Diluir “Nos gusta la arquitectura en el paisaje”
Fundadores del estudio Rocafort + González Arquitectos, ambos apuestan por edificaciones abiertas al cielo, al mar o a las estrellas y huyen de las tendencias MANUEL ROCAFORT Y JOSÉ IGNACIO GONZÁLEZ, ARQUITECTOS
Manuel Rocafort y José Ignacio González fundaron su propio estudio de arquitectura, ingeniería, urbanismo e interiorismo en Las Palmas de Gran Canaria en el año 1999 y desde entonces han completado más de 350 proyectos en ámbitos como el residencial, el hotelero o el de las infraestructuras. Su punto diferencial y por el que son reconocidos no sólo en España, si no también a nivel internacional, es por el diseño de marinas, puertos o terminales de cruceros. Quizá por esta especialización y por el amor que ambos profesan por la naturaleza, no es de extrañar que su concepto arquitectónico se rinda a la sostenibilidad. “Es un elemento central. Los edificios tienen que ser autosuficientes, generar la electricidad que consumen, recoger el agua de la lluvia, depurar los residuos que generan, estar perfectamente aislados del frío y del calor...”, enumeran ambos profesionales, que acaban de recibir el Premio Miguel Martín Fernández de la Torre en la categoría de Obra Nueva, por la terminal marítima de Armas del puerto de Las Palmas de Gran Canaria.
–La sostenibilidad es tendencia. ¿Lo suyo responde a una moda o es su forma de trabajar?
La arquitectura está sujeta a la aparición de nuevos materiales y de cambios sociales o políticos, pero no debe moverse por modas. Nosotros tampoco las hemos seguido nunca y hemos hecho lo que hemos sentido en cada momento. Una obra nace del conocimiento del entorno y, aunque hoy en día se pueda viajar a muchos lugares sin salir de la oficina, es muy importante estar, ver, oler, querer o apreciar los sitios donde vamos a proyectar un edificio.
–¿Se ponen algún límite?
No, ninguno, aunque la realidad se encarga de ponernos algunos en cuestiones económicas, normativas o de tiempo. Pero no hay límites a la hora de imaginar, es la base de la creación humana. La forma o como desarrollarla es compleja, depende de cada persona y en términos arquitectónicos surge del conocimiento del lugar, del entorno físico y social, del encargo, del cliente y de la mirada libre del arquitecto.
–¿Cuál es entonces su concepto?
Nuestro estilo es abierto donde el interés de la obra radica en la relación que se genera entre el interior y el exterior de cada espacio, nos gusta diluir la arquitectura en el paisaje. –¿Es el entorno un elemento más de la obra?
La arquitectura define espacios de relación entre las personas y el espacio natural, que es el marco donde todo tiene lugar, y por eso concebimos los edificios como lugares para el desarrollo de la vida de las personas, pero abiertos al azul del cielo, al paisaje, a las estrellas...
–Están especializados en espacios marítimos y han diseñado hoteles o viviendas. ¿Algo pendiente?
En estos momentos estamos trabajando en un edifico de apartamentos, frente al mar, al borde de un acantilado en San Agustín con vistas al las dunas de Maspalomas, pero también en un complejo de cincuenta viviendas en Puerto Rico o en un muelle deportivo. Aún tenemos la ilusión de poder hacer algo distinto, por ejemplo, y dada nuestra experiencia, sería muy interesante trabajar en diseño naval, tales como transatlánticos o yates.
–Tienen clientes públicos y privados. ¿Cómo es la relación con ellos?
El cliente es el origen de todo trabajo arquitectónico, si no entendemos sus necesidades y sus realidades, tanto vitales como económicas, un proyecto deja de tener sentido. Un cliente tiene que ver superadas sus expectativas al finalizar la obra y sentir la alegría de vivir esos nuevos espacios que hemos imaginado. Además, hacer un edificio es una gran inversión y parte de nuestro trabajo es tratar de que sea rentable. Es muy importante gestionar y conseguir que una obra se ajuste al coste de su construcción y, además, entender que un buen diseño es fundamental a la hora de elevar el valor económico de la misma. No queremos que nuestros edificios sean gastos, deben ser inversiones.