Turismo, ¿al filo del precipicio?
La recuperación del turismo ha sido una de las sorpresas positivas del 2022. Sin embargo, hay dudas razonables respecto a su evolución futura. Un deterioro puede tener consecuencias importantes para la economía.
Los datos de ocupación hotelera apuntan a que los niveles observados en 2019 se han recuperado. Esto sucede en los principales destinos de costa, e incluso se sobrepasa en algunos de turismo interior. En las Cuentas Nacionales, el INE apunta a que durante el tercer trimestre del año, el consumo en España de los no residentes se situó un 60% por encima de lo observado a finales de 2019. Los precios del alojamiento han alcanzado niveles superiores en 14% a los vistos antes de la pandemia. De hecho, los ingresos obtenidos por el incremento en el gasto de los extranjeros en el territorio nacional han sido tan elevados que han permitido al conjunto de la economía compensar la pérdida de recursos relacionada con el mayor coste energético. En ausencia de la recuperación del sector, la cuenta corriente presentaría ahora mismo un desequilibrio, y se habría interrumpido el necesario proceso de desapalancamiento frente al resto del mundo. En lugar de eso, el sector privado continúa la reducción de su endeudamiento externo neto. Hacia delante, la pregunta es si estos niveles de actividad y márgenes son sostenibles.
Los principales factores detrás de la recuperación difícilmente volverán a tener el mismo impacto en 2023. Por ejemplo, este año el sector se ha visto beneficiado por el efecto positivo de la flexibilización de las restricciones y la inmunización de la población europea frente al Covid. Esta situación no se repetirá el siguiente año. Aunque es cierto que en los sucesivos meses podríamos ver que se normalizan los flujos provenientes de otros países de origen que han ido con retraso en este proceso, esto probablemente se verá compensado por la decisión de hogares de renta media y alta de viajar fuera del continente. A ello hay que añadir que las familias europeas han visto reducida su capacidad de compra por el aumento en la inflación. Aun cuando existe una bolsa de ahorro acumulado durante la pandemia, la incertidumbre sobre la evolución de la economía en los siguientes meses puede ser suficiente para limitar su uso en estos servicios.
Además, viajar hoy es mucho más caro que hace un año. El incremento en el valor del combustible ya se ha transmitido al precio del transporte. Como ya se ha mencionado , la recuperación ha llevado a un encarecimiento del coste de alojamiento. Es verdad que este aumento en los precios responde también a un incremento en el coste de los insumos. Al encarecimiento de alimentos y energía se añadirá el aumento en los salarios, en un entorno de falta de mano de obra cualificada. Por su parte, los precios en términos reales presentan una desviación de alrededor de un 5% frente a su tendencia de medio plazo, por lo que parecen algo sobrevalorados. Ante la caída en la demanda que se espera el siguiente año, es posible que se observe una corrección de los márgenes.
Los limitantes al crecimiento del turismo en 2023 ponen en peligro la creación de empleo y pueden suponer un riesgo sobre empresas vulnerables. El sector es intensivo en uso de mano de obra. Asimismo, el deterioro de la actividad puede empeorar el balance de algunas empresas ya tocadas por los efectos de la pandemia, de reducido tamaño y con niveles de apalancamiento relativamente elevados. Esto, en un entorno en el que aumentan los tipos de interés y la liquidez irá disminuyendo. De hecho, los datos de gasto con tarjeta de extranjeros apuntan a un estancamiento en el último trimestre del año.
En todo caso, hay que tomar en cuenta las fortalezas del sector. En particular, las empresas en general, presentan niveles adecuados de apalancamiento. La pérdida de competitividad ha sido superior en otros destinos competidores (como Portugal). El sector ha logrado cierta transición hacia un negocio enfocado en segmentos de alto valor añadido. Finalmente, España continuará gozando de una demanda cautiva, producto de la inseguridad de algunos destinos alternativos. En suma, parece difícil repetir el crecimiento de 2022, y replicar los niveles sería un logro fenomenal.