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La gran batalla por conquistar el espacio
La enemistad entre dos de los hombres más ricos del mundo nació hace 18 años. Por aquel entonces, Tesla y Amazon no movían ni la décima parte del dinero que generan actualmente, pero tanto Bezos como Musk ya habían fundado sus respectivas empresas para dar el salto al espacio. El primero creó Blue Origin en el 2000, mientras que SpaceX vio la luz en 2002. Con motivo de sus ambiciones estelares, los dos empresarios mantuvieron una cena en 2004 en la que quedó claro que no había sintonía entre ambos. “Yo en realidad hice todo lo que pude para darle buenos consejos, los cuales él ignoró en gran medida”, dijo Musk años después.
El principal detonante de la actual rivalidad de Musk y Bezos fue un movimiento de SpaceX para
obtener el uso exclusivo de una plataforma de lanzamiento de la NASA en 2013, ante lo que Blue Origin y otro competidor, United Launch Alliance, reaccionaron con una protesta formal ante el Gobierno estadounidense. A Musk le irritó sobremanera esta reacción, que calificó como una “táctica de bloqueo falsa” para perjudicar a SpaceX. Añadió que Blue
Origin “no había logrado crear una nave espacial suborbital fiable, a pesar de haber gastado más de 10 años en su desarrollo” y que difícilmente contarían con un vehículo que cumpliera los estándares de la NASA para poder acoplarse a la Estación Espacial. “Francamente, creo que es más probable que descubramos unicornios bailando”, sentenció. Bezos recogió el guante y en 2015, una vez su cohete New Shepard completó su primer vuelo con éxito, tuiteó: “La más rara de las bestias, un cohete usado”. Musk respondió recordándole que su cohete Grasshopper había realizado ya seis vuelos suborbitales seis años antes. Según ha asegurado Musk a su biógrafa, Ashlee Vance, Blue Origin ha intentado en varias ocasiones captar empleados de SpaceX duplicándoles el salario, algo que el ejecutivo piensa que es “innecesario y un poco grosero”. Esto ha hecho que el correo electrónico de SpaceX tenga un filtro para detectar las palabras ‘blue’ y ‘origin’. A nivel público, Musk aprovecha toda oportunidad que tiene para hacer de menos a Bezos. En una entrevista de 2016, cuando le preguntaron sobre el fundador de Amazon, respondió “¿Jeff, quién?”, y a finales del año pasado le recomendó “pasar más tiempo en Blue Origin y menos tiempo en el jacuzzi” para acelerar los progresos de la compañía.
Aunque Amazon no es el germen de esta rivalidad, el gigante del comercio electrónico también ha sido objetivo de críticas por parte del directivo. “Es hora de dividir Amazon. ¡Los monopolios están mal!”, tuiteó hace un par de años. Fuera de los negocios, Musk tampoco da tregua. En una reciente entrevista con ‘Financial Times’ criticó la idea de alcanzar la inmortalidad, a raíz de la entrada de Bezos en Altos Labs para financiar proyectos que reviertan el envejecimiento. “¿Cuánto tiempo te habría gustado que hubiera vivido Stalin?”, planteó. Bien es cierto que el fundador de Amazon criticó en 2019 la obsesión particular de Musk por colonizar Marte. “Ve a vivir a la cima del Everest durante un año primero y mira si te gusta, porque es un jardín paradisíaco en comparación con Marte”, subrayó.
Para rematar este choque de grandes magnates está la pugna por liderar las listas de personas más ricas del mundo de ‘Forbes’ y ‘Bloomberg’. Una vez se consolidó al frente de ambos ránkings en 2021, Musk respondió a un tuit de Bezos con el ‘emoji’ de una medalla de plata y aseguró que iba a enviar “una estatua gigante del dígito ‘2’ a Jeffrey B.”. La única concesión que ha tenido el también cofundador de PayPal hacia Bezos ocurrió poco antes de las últimas Navidades, cuando reconoció públicamente que tenía unas aptitudes para la ingeniería “razonablemente buenas”, aunque no dedicaba la energía mental suficiente a las empresas que gestionaba. “El diablo está en los detalles”, le recordó a alguien que, según Musk, “se toma a sí mismo demasiado en serio”.