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El alumno que planta cara al maestro
El discípulo puede salir rebelde y convertirse en su mayor rival.
Eso es algo de lo que es muy consciente Larry Ellison. A finales de los 80 del siglo XX, el cofundador de Oracle quedó prendado de Marc Benioff, un joven de 23 años que entró con mucha fuerza en su compañía. Su ascenso en el organigrama del grupo fue fulgurante, hasta el punto de que en tres años ya era el vicepresidente más joven de la historia de la empresa. Ambos ejecutivos forjaron fuertes lazos, lo que hizo habitual que veraneasen por el Mediterráneo o pasasen Acción de Gracias juntos. Cuando Benioff decidió independizarse en el mundo de los negocios para fundar Salesforce en 1999, la relación entre ambos siguió siendo excelente. Ellison hasta le ofreció volver a Oracle si la empresa, en la que había invertido 2 millones de dólares y era parte del consejo de administración, no prosperaba. Pero la buena sintonía se acabó cuando Benioff descubrió que Oracle estaba desarrollando su propio CRM –programa que sirve a empresas para administrar y analizar las interacciones con los clientes– para competir directamente con Salesforce. Benioff le dijo a Ellison que se marchase inmediatamente de la compañía, a lo que él respondió: “Sería mucho más chulo que me despidieras”.
A partir de entonces, comenzó una guerra pública en la que ambos participantes desacreditaron los productos del otro. Ellison decía del negocio en la nube de Salesforce que era una “pequeña aplicación” que necesitaba de Oracle, mientras que Benioff calificaba el software de Oracle como “nube falsa”. El momento de mayor tensión tuvo lugar en 2011, cuando Ellison canceló la exposición de Benioff en el evento ‘OpenWorld’ de Oracle en el último minuto.
“No acoges a nadie en tu casa para que cuente mejores chistes que tú”, dijo Benioff tras el incidente.