Expansión Catalunya - Sábado - Fin de Semana
30 altos directivos de la energía analizan el mercado
España no sufrirá racionamiento de energía, pero sí precios altos si el invierno es frío, según los primeros ejecutivos consultados por EXPANSIÓN en esta macroencuesta energética.
Gas no va a faltar en España, pero que nadie espere precios baratos. Este país evitará un potencial racionamiento energético, pero no nos engañemos. España podría hacer mucho más para robustecer sus suministros. Sobre todo acelerando el despliegue de renovables, de las que tanto presume.
Es el diagnóstico que, en general, ofrecen los directivos de las principales eléctricas, gasistas y petroleras en España si se les pregunta cómo afectará a este país la crisis energética que sacude Europa cuando, dentro de unas semanas, se eche encima el invierno y arrecie el frío.
Será la gran prueba para ver si la crisis energética que está sufriendo la Unión Europea se agrava y lo que debería ser un invierno normal se termina convirtiendo en un Armageddon energético. Del invierno al infierno.
¿Se dispararán aún más los precios de la energía? ¿Está España preparada para hacer frente a un desabastecimiento de gas por la amenaza rusa de cortar suministros? ¿Qué más debería hacer el Gobierno para afrontar la situación?
EXPANSIÓN ha realizado una macroencuesta con estas tres preguntas a los máximos expertos. Es la primera y la mayor consulta realizada hasta ahora en España a los primeros ejecutivos de las empresas energéticas sobre la vorágine de acontecimientos que están ocurriendo en el sector. entrado en una senda más estable. En cualquier caso, nos encontramos en un equilibrio inestable que puede verse impactado por diversas circunstancias. Por ejemplo, un invierno particularmente crudo.
España cuenta con una amplia red de importación de gas. Ello nos dota de una capacidad claramente excedentaria respecto a nuestra demanda. Por ello, es difícil imaginar una situación de desabastecimiento.
Reducir sustancialmente el consumo en las horas punta. Mejorar las últimas etapas de la tramitación de megavatios de capacidad renovable, que se podrían incorporar en pocos meses. Algo similar ocurre con el autoconsumo. gas. Los futuros de esta materia prima no invitan a ser halagüeños. Si queremos una solución estructural debemos atacar la raíz del conflicto: el precio del gas y su sistema de indexación.
El sistema nos está demostrando que cuando tenemos suficiente generación renovable, no necesitamos el gas. Es importante no dejar pasar esta oportunidad. Tenemos que acelerar la transición energética con más producción renovable.
Hay que avanzar en la incorporación del mercado a largo plazo en la formación del precio regulado de la luz (PVPC). Hay que tener programas proactivos de reducción de demanda. plazo. La UE y los diferentes países miembros, cada uno a su manera y con iniciativas que no parecen muy coordinadas, tratan de asegurar una oferta energética estable. Pero desgraciadamente será, con toda seguridad, más cara que hace un año.
España siempre ha contado con la mayor capacidad de regasificación de la UE. No hay riesgo de desabastecimiento derivado de esta crisis energética, o no es mayor que el que teníamos en cualquier temporada invernal anterior.
Poner el foco en la eficiencia. Las energéticas somos las más interesadas en que se consuma la energía necesaria. Y se necesita un marco regulatorio estable y previsible. el primer cuatrimestre de 2023. Los precios en España son inferiores a otros países. Se demuestra que el mecanismo ibérico funciona.
España cuenta con una situación privilegiada. Contamos con más de 10 tecnologías y más de 116 GW de potencia, 58% renovable. Tenemos potencial para ser el motor renovable de Europa, pero necesitamos reforzar nuestras interconexiones.
El Gobierno de España está demostrando liderazgo promoviendo el ahorro energético y el apoyo a los consumidores. Para maximizar la integración renovable, trabajamos en dispositivos como las baterías e instrumentos que ofrezcan más flexibilidad al sistema eléctrico.