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Sam Bankman-Fried, de joven millonario a paria de las ‘criptos’
Niño prodigio, genio de las criptomonedas, monje capitalista, megadonante demócrata, el multimillonario más joven del mundo... Así es el cofundador de FTX.com, Sam Bankman-Field.
Nueva York La crisis de la plataforma de intercambio de monedas digitales líder en el mundo ha desembocado en la quiebra. “La he cagado”, reconoció su propietario en una llamada con los inversores a los que pidió ayuda para evitar el hundimiento. A la admisión de la culpa le siguió una súplica: “Estaría increíblemente, increíblemente agradecido”, rogó a sus socios, según ha informado una fuente presente en la conversación.
El joven de 30 años pidió al menos 4.000 millones para mantener la solvencia de la compañía que afronta un agujero de 8.000 millones. Fue en vano. Los clientes comenzaron a retirar sus fondos de forma masiva, lo que le obligó a tratar de vender el negocio a su rival, Binance, que se negó a asumir el riesgo.
La hecatombe le afecta a él mismo. En tan sólo 24 horas, Bankman-Field perdió el 94% de su fortuna estimada en 22.500 millones de dólares. Su nombre ha desaparecido de las listas de millonarios, donde figuraba como el joven más rico del mundo. Es el segundo batacazo que sufre desde las turbulencias vividas por las criptomonedas el pasado mes de junio.
Con tan sólo 25 años, Bankman-Fried supo anticipar la oportunidad de las monedas digitales sin creer demasiado en ellas. Como fiel seguidor de la filosofía del altruismo efectivo, una escuela que propone utilizar la razón para beneficiar al prójimo, su objetivo era donar todo lo que ganaba a causas benéficas por lo que se ganó el nombre de “monje capitalista”.
A pesar de ser multimillonario, el CEO de FTX es conocido por vivir sin excentricidades, conducir un Toyota Corolla y vestir con ropa deportiva. Siempre ha asegurado que sólo se quedaría con el
1% de sus ganancias anuales, o un mínimo de 100.000 dólares al año, para cubrir sus gastos vitales, pero hasta la fecha, solo se conocen donaciones por 200 millones de dólares, la mayoría a políticos demócratas.
Préstamo dudoso
Esta imagen de altruista sin límites se derrumba por segundos. En un intento desesperado por salvar el negocio, Bankman-Fried sacó 10.000 millones de dólares en activos de clientes de FTX para prestárselos a su comercializadora afiliada, Alameda Research, para financiar apuestas arriesgadas que pudieran cubrir la bancarrota. Él mismo ha reconocido que esta decisión fue una falta de juicio.
Esta mala decisión es una práctica irregular que puede derivar en sanciones por parte de la SEC. Los problemas se le acumulan al joven que vive en un ático en Bahamas junto a un puñado de amigos. Bankman-Fried llegó al oasis caribeño en septiembre de 2021, tras abandonar Hong Kong, donde fundó su compañía para evitar las estrictas regulaciones de EEUU.
Nacido en Stanford (California) en 1992 de padres profesores universitarios, muy pronto se interesó por las teorías del altruismo efectivo del filósofo australiano Peter Singer, profesor de Bioética en la Universidad de Princeton. Estudió física y matemáticas en el MIT, donde se graduó en 2014 y entró a trabajar en una firma financiera.
A finales de 2017, cuando el bitcoin iniciaba su primera carrera alcista, pasando de 2.500 dólares a casi 20.000, vio la oportunidad de comprar bitcoins en EEUU y venderlos en Japón por un 30% más. “Me involucré en las criptomonedas sin tener idea de qué eran”, dijo.
Fue así como lanzó Alameda Research, una comercializadora de bitcoins, que en enero de 2018 ya movía 25 millones al día. Un año después, utilizó las ganancias para lanzar FTX y luego vendió una participación a Binance por 70 millones de dólares.
Los inversores valoraron a FTX en 18.000 millones en 2021, lo que le catapultó como uno de los menores de 30 años más ricos de la historia. La compañía alcanzó una valoración de 40.000 millones en enero. Diez meses después ha declarado la bancarrota.