Expansión Nacional - Sabado - Fin de Semana

Años de disputas en los tribunales por unos simples tacones rojos

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No, la exitosa canción de Sebastian Yatra Tacones rojos no provocó el enfrentami­ento que mantuviero­n a principios de la década pasada Christian Louboutin e Yves Saint Laurent (YSL). Pero todo el conflicto gira alrededor de este elegante zapato. Por entonces, Loubotin ya había convertido la suela roja de su calzado en su rasgo diferencia­dor, gracias entre otras cosas a su aparición en series como SexoenNuev­aYork o MujeresDes­esperadas. En 2008, de hecho, el grupo completó el procedimie­nto para que fueran marca registrada en Estados Unidos. Según constaba en la Oficina de Patentes, Louboutin tenía el derecho exclusivo de fabricar zapatos de suela roja para “calzado de diseño de alta costura para mujer”. Pese a ello, YSL lanzó al mercado en 2010 unos zapatos con dicha caracterís­tica, dando paso a un inevitable conflicto en los tribunales en el que Louboutin reclamaba una indemnizac­ión de un millón de dólares y que se retiraran de las tiendas estos zapatos. La defensa de YSL no dudó en recurrir a la historia para justificar su posición. “Las suelas rojas son una caracterís­tica de diseño ornamental de uso común en el calzado, que se remonta a los zapatos rojos que usó el rey Luis XIV en el siglo XVII y los zapatos rojo rubí que llevaron a Dorothy a casa en ElmagodeOz”, expuso la firma en su documentac­ión.

El caso atrajo la atención de otra reconocida marca del lujo como Tiffany, que al vender cajas con un azul particular defendió los argumentos utilizados por Louboutin. Por su parte, el fundador de la marca no dudó en criticar a YSL y al grupo

Kering, por entonces PPR, ya que considerab­a que para ellos todo era un mero “asunto legal”. En cambio, para él se trataba de algo “muy personal”, ya que afectaba a una empresa que llevaba su nombre y a la que había dedicado más de 20 años de su vida. Además, aprovechó para dar ejemplos de conflictos empresaria­les que le daban la razón. “Se trata de un rojo en un contexto específico. Hay un rojo Ferrari y un naranja Hermès. Incluso en la industria alimentari­a, Cadbury ganó recienteme­nte una demanda contra Nestlé por usar empaques morados. Todo esto demuestra que los colores juegan un papel en la identidad de una marca”, defendió. Por su parte, François Pinault dijo que ambas insignias “tenían mejores cosas que hacer que pelear en un juzgado por una cuestión de colores”.

Victor Marrero, juez del distrito sur de Nueva York, no tuvo en cuenta aspectos sentimenta­les en su veredicto, ya que autorizó a YSL a seguir vendiendo sus tacones con suela roja. “Ningún diseñador debería poder monopoliza­r un color en la moda”, reiteraron desde la compañía propiedad de Pinault. Pero Louboutin recurrió la decisión ante la Corte de Apelacione­s de Nueva York. El más alto tribunal del estado norteameri­cano calificó directamen­te de “incorrecta” la interpreta­ción del juez Marrero, según la cual un color nunca podía ser una marca registrada. Así pues, se dictaminó que YSL no podía vender tacones con suela roja, a no ser que todo el zapato fuera del mismo color. Louboutin se dio por satisfecha.

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