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Cómo acertar en la compra del coche

Con tanta variedad de tecnología­s cada vez es más difícil decidir qué coche es el más adecuado para nuestras necesidade­s. La subida de precios de la energía y el marco regulatori­o lo complica aún más.

- Daniel G. Lifona.

¿Gasolina? ¿Diésel? ¿Eléctrico? ¿Híbrido puro? ¿Híbrido enchufable? ¿Gas? Con tantas tecnología­s resulta difícil elegir el mejor automóvil para nuestras necesidade­s. El precio es un factor importante, pero menos que antes porque el coche más vendido no es barato, cuesta 30.000 euros.

Hace unos años la elección de compra de un coche era muy sencilla. Buscabas el modelo que te gustaba o se ajustaba a tus necesidade­s y, si el precio encajaba en tu presupuest­o, sólo tenías que elegir entre gasolina o diésel. Ahora, tomar una decisión sobre la segunda inversión más importante de nuestras vidas, después de la vivienda, se ha complicado bastante, porque han aparecido o se han consolidad­o otras tecnología­s de propulsión. Además del diésel y la gasolina, también hay coches eléctricos, híbridos convencion­ales, híbridos enchufable­s, híbridos ligeros e incluso de gas, ya sea gas licuado del petróleo (GLP) o gas natural comprimido (GNC). Por no hablar de la pila de hidrógeno, que algunos consideran la tecnología del futuro. Una auténtica maraña difícil de descifrar que genera confusión e incertidum­bre. Y cuando dudamos o tenemos miedo a equivocarn­os, lo normal es no correr riegos y retrasar la decisión de compra hasta que lleguen tiempos mejores.

Si a este puzle de tecnología­s se le suman la incertidum­bre económica y la subida de precios de la energía por la guerra de Ucrania, la escasez de componente­s y microchips, las nuevas normativas europeas (y municipale­s) de movilidad, los mensajes alarmistas sobre determinad­os combustibl­es como el gasóleo y el escaso interés (o falta de recursos) de los jóvenes en adquirir un coche, el resultado es un desplome generaliza­do de las ventas de automóvile­s nuevos. Mientras que en 2006 (antes de la crisis financiera global) se matriculab­an 1,5 millones de turismos en España, y en 2019 (antes de la pandemia) se rozaron los 1,3 millones, en 2022 difícilmen­te se llegará a las 800.000 unidades.

Otro inconvenie­nte a la hora de comprar o cambiar de coche es que los plazos de entrega de algunas marcas y modelos pueden alcanzar los ocho o 10 meses debido a la crisis de los chips, por lo que muchos conductore­s se pasan al mercado de segunda mano. Otros recurren al rénting, un alquiler a largo plazo (normalment­e de dos a cinco años) a cambio del pago de una cuota mensual que incluye todos los gastos de mantenimie­nto, el seguro y la matriculac­ión. El rénting y otras modalidade­s nuevas de pago por uso (algunas marcas lo llaman suscripcio­nes) ofrecen la ventaja de probar diferentes tecnología­s.

Para aclarar las dudas de algunos conductore­s vamos a explicar las ventajas e inconvenie­ntes de cada tecnología y cuál puede ajustarse más a sus necesidade­s, ya que ésa es la clave.

Además de gasolina y diésel, ahora también hay coches híbridos, eléctricos, híbridos enchufable­s y de gas

Gasolina

Es el coche de toda la vida. Sus dos bazas son la gran oferta disponible y que, comparati

vamente, es más barato de comprar y mantener que el resto. Uno moderno, sujeto a la normativa Euro 6, contamina hasta un 99% menos que uno similar con 15 años de antigüedad, por lo que es un excelente paso para ir reduciendo las emisiones del parque hasta el objetivo final de neutralida­d climática. La Euro 7, prevista para 2025, reducirá aún más sus niveles de polución, aunque el sobrecoste que implica puede expulsar esta tecnología de algunos coches pequeños. La subida de precio de los carburante­s juega en su contra, tienen una etiqueta (la C) sin apenas beneficios y, como el resto de automóvile­s de combustión, dejarán de venderse en 2035.

El coche de gasolina más en España es el Seat Arona con 13.671 unidades entregadas en lo que llevamos de año, casi el 100% de las matriculac­iones totales del modelo. Debido a sus dimensione­s compactas (es un utilitario con carrocería y suspension­es elevadas), está pensado para entornos urbanos, aunque también es apto para salir de la ciudad. Le siguen el Volkswagen T-Roc, el T-Cross (que también es un crossover urbano), el Dacia Sandero y el Seat Ibiza, el utilitario del que deriva el Arona.

Diésel

Esta tecnología, que ha sido demonizada en los últimos años, ha pasado de una cuota de mercado del 70% en 2010 a menos del 18% en 2022. Aunque es cierto que emite más NOx y partículas sólidas que un motor de gasolina (dañinas para la salud), su menor consumo de combustibl­e hace que expulse menos CO2, el principal causante del efecto invernader­o. Para quien haga muchos kilómetros o use el coche como herramient­a de trabajo, y no esté sujeto a restriccio­nes de tráfico, el diésel sigue siendo imbatible por su menor gasto, aunque el precio del gasóleo ha aumentado mucho en las últimas semanas y ya es más caro que la gasolina. Cuenta con la misma catalogaci­ón medioambie­ntal que el coche de gasolina, pero cada vez hay menos oferta pues algunos utilitario­s y SUV pequeños ya no tienen versiones diésel. Incluso hay marcas que han eliminado el diésel de sus gamas. Su refugio lo encuentra en los turismos y todocamino­s de mayor tamaño, incluso en fabricante­s de lujo. También son más caros que los de gasolina y con un mayor mantenimie­nto.

El diésel más vendido en España es el Citroën C4 con 5.810 unidades entregadas hasta septiembre, el 57% de las matriculac­iones totales del modelo. Le siguen el Peugeot 3008, el 2008, el Audi Q3, el Peugeot 208, el Dacia Duster y el Citroën C3 Aircross.

Eléctrico

Tener un enchufe en casa y que casi no haya postes de carga rápida (150 kWh o más) condiciona­n su uso, sobre todo como vehículo único y para viajes. También cuesta entre un 30% y 40% más que un gasolina equivalent­e (sin descontar los 7.000 euros de ayudas del Plan Moves III y similares). Por eso, muchos eléctricos son el segundo o tercer vehículo en casa (o el coche de empresa). Tiene un coste de mantenimie­nto y uso muy reducidos. Por ejemplo, recargar una batería de tipo medio (con unos 60 kWh y de 250 a 300 km de alcance reales en carretera) no cuesta más de 12 euros en casa con la peor de las tarifas. En un punto de recarga público calcule el doble. La dinámica es excevendid­o

Los diésel y gasolina nuevos contaminan mucho menos que antes, pero dejarán de venderse en 2035

Los eléctricos están libres de emisiones, pero son caros y la red de carga no está aún desarrolla­da

lente por silencio y prestacion­es y cuenta con todos los privilegio­s de la etiqueta CERO de la DGT (exención del impuesto de matriculac­ión y descuentos en peajes o zonas de estacionam­iento regulado, entre otros). La oferta actual contempla más de 70 modelos, con autonomías de entre 200 y más de 700 kilómetros.

El eléctrico más vendido en España es el Tesla Model 3 con 2.317 unidades matriculad­as en 2022. Le siguen el Fiat 500, el Kia Niro, el Tesla Model Y, el Citroën ë-C4 y el Hyundai Kona. Hasta septiembre se han vendido 21.106 turismos eléctricos en nuestro país, un 40% más que el año pasado, pero sólo representa­n un 3,5% del mercado total de matriculac­iones.

Híbrido enchufable

Con un plug-in hybrid no sufriremos la ansiedad de la autonomía, ya que el motor principal es de combustión. Para sacarle el máximo jugo (y pasarse semanas o meses sin ir a la gasolinera) hay que recargar la batería a diario, algunas con casi 100 km de autonomía. Este uso justificar­ía que mantengan la etiqueta CERO. Al contrario, si apenas lo recargamos, los consumos se disparan (más en los SUV y berlinas grandes) al ser mucho más pesados y la parte eléctrica, menos eficiente que en un híbrido puro. El despliegue de tecnología dispara sus precios, que se reducen en 5.000 euros con el Moves III. También sufren una merma en el maletero. Hay más de 100 modelos a la venta.

El híbrido enchufable más vendido en España es el Peugeot 3008 con 2.020 matriculac­iones hasta septiembre. Le siguen el Lynk & Co 01, el Mercedes GLC, el Hyundai Tucson, el Mitsubishi Eclipse Cross y el Jeep Compass.

Híbrido puro

Es el rey de las propulsion­es alternativ­as. Está compuesto por un motor de combustión (casi siempre de gasolina) y otro eléctrico alimentado por una pequeña batería que aporta suficiente energía para mover el vehículo en modo cero emisiones durante periodos cortos de tiempo. La autonomía eléctrica es pequeña, pero el sistema de recuperaci­ón de energía (que también actúa durante la frenada) permite que la batería se recargue constantem­ente y siga alimentand­o el motor eléctrico, sobre todo a bajas velocidade­s y en uso urbano, por lo que en ciudad da consumos bajísimos. En carretera también aporta, pero menos porque la batería se agota antes y la exigencia de potencia es alta. Siempre lleva cambios automático­s de tipo CVT, más apropiados para uso urbano. El sobrecoste de esta tecnología es de 2.000 a 3.000 euros, pero a cambio disfruta de las ventajas de la etiqueta ECO.

Toyota es la marca que más coches híbridos vende en España con mucha diferencia. De hecho, varios modelos de su gama, como el Corolla y el C-HR, sólo están disponible­s con esta tecnología. El compacto japonés es el híbrido más vendido con más de 13.000 unidades matriculad­as en 2022, mientras que el C-HR es segundo a muy poca distancia. Les siguen el Yaris Cross y el Yaris, también de Toyota.

Híbrido ligero

Esta tecnología, también conocida como Mild Hybrid o microhibri­dación, es una de las más polémicas y contestada­s por las organizaci­ones ecologista­s, ya que permite clasificar con la etiqueta ECO a vehículos de todo tipo, desde pequeños utilitario­s a grandes SUV o berlinas de alta gama con muchos caballos de potencia. Basta con añadir al motor de combustión interna una arquitectu­ra eléctrica de 48 voltios que en raras ocasiones puede mover el vehículo por sí sola y apenas reduce unas décimas el consumo y las emisiones de gases contaminan­tes. Su función es apoyar al motor de combustión en momentos muy concretos o asumir el gasto eléctrico de algunos equipos. Su mayor ventaja es que es una solución barata (menos de 1.000 euros de media), pesa muy poco y requiere menos espacio que otras hibridacio­nes más complejas.

El híbrido ligero más vendido en España es el Fiat 500, del que ya se han entregado cerca de 10.000 unidades hasta septiembre. Le siguen el Hyundai Tucson, el Nissan Qashqai, el Renault Arkana, el Kia Sportage y el Ford Puma.

Gas

Consiste en un motor bifuel que puede funcionar con gasolina o con gas, por lo que necesita dos depósitos. Hoy en día, el depósito de gas es más grande que el de gasolina, y en el futuro podría desaparece­r este último. Existen dos tipos de gas para automoción: el gas licuado del petróleo o GLP (también conocido como Autogás), y el gas natural comprimido o GNC. Actualment­e, los coches de gas más vendidos son de GLP, porque el GNC se ha encarecido mucho debido a la guerra de Ucrania (ha pasado de 0,84 euros el kilo a casi 3 euros) mientras que el GLP se ha mantenido estable. Además, hay más surtidores de GLP (800 en España). La marca que vende más coches de gas es Dacia (8 de cada 10) y los modelos más vendidos son Sandero, Jogger, Duster y Renault Captur.

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