319.000 millones perdidos en el laberinto fiscal de EEUU
SISTEMA COMPLEJO/ Las empresas y los ciudadanos estadounidenses destinan cada año más de 6.500 millones de horas a calcular cuántos impuestos tienen que pagar.
Hay dos fechas marcadas a fuego en el calendario de cada norteamericano. El último jueves de noviembre, cuando se celebra Acción de Gracias, la fiesta familiar más importante del país –incluso por encima del famoso 4 de julio–, y el 15 de abril, último día para peregrinar cheque en mano a una oficina de Correos para pagar a Hacienda.
En Estados Unidos, todavía es imposible pagar online todos los impuestos (sí la mayoría). Pero incluso cuando existe esa opción, el sistema es tan complejo y poco intuitivo que no son pocos los contribuyentes que prefieren seguir enviando por correo postal su cheque a Hacienda. Y miles de funcionarios pasan días, incluso meses, abriendo sobres e ingresando el dinero a mano en la cuenta del Gobierno, en la del estado regional o en la del municipio de turno.
Hace sólo unas semanas, Estados Unidos aprobó una nueva ley para combatir la inflación que incluía la creación de dos nuevos impuestos para las empresas y cerca de una treintena de programas de créditos fiscales (o la reforma de algunos ya existentes), añadiendo no sólo más presión al sistema impositivo de Estados Unidos, sino más complejidad a un auténtico laberinto. Y para que la Agencia Tributaria pueda hacer su trabajo, el Gobierno también ha añadido 80.000 millones de dólares adiciones (81.500 millones de euros) al presupuesto de Hacienda durante la próxima década.
Más allá de este impacto directo, los economistas del think tank estadounidense Tax Foundation hablan del coste de oportunidad que tiene para empresas y ciudadanos enfrentarse cada año a sus liquidaciones de impuestos.
Recaudación
El año pasado, la Hacienda estadounidense ingresó 4,1 billones de dólares (4,18 billones de euros), para lo que en total se presentaron 261 millones de declaraciones de la renta. Para este ejercicio, se espera que los contribuyentes (personas físicas y jurídicas) destinen en total 6.500 millones de horas preparando los diferentes formularios que tienen que presentar para hacer frente a sus obligaciones tributarias.
Según los cálculos de Tax Foundation, ese tiempo es el equivalente a una plantilla formada por más de 3 millones
Estados Unidos ha aumentado el presupuesto de Hacienda en 80.000 millones de dólares
Cada año se presentan más de 260 millones de declaraciones de contribuyentes
El 15 de abril es la fecha límite cada año para enviar un cheque por correo postal a la Agencia Tributaria
de trabajadores a tiempo completo, y casi 40 veces la fuerza laboral con la que cuenta el Servicio de Impuestos Internos (IRS, en sus siglas en inglés, y organismo equivalente a la Agencia Tributaria española). Es prácticamente el doble de la plantilla de la cadena de supermercados Walmart en todo el país, teniendo en cuenta además que se trata de la compañía privada con más empleados de EEUU.
El coste de oportunidad para la economía estadounidense, calculado sobre el tiempo que pierde un profesional rellenando formularios en lugar de dirigir su propio negocio o generar valor por cuenta ajena, asciende a 313.000 millones de dólares (319.000 millones de euros) anuales. Estaríamos hablando de una cifra que equivale al 1,4% del Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos.
De esa cifra, la mayor parte corresponde a las empresas norteamericanas, que dedican un tiempo a cumplir con sus compromisos fiscales valorado en cerca de 240.000 millones de dólares. El resto, hasta llegar a los 313.000 millones, procedería del tiempo que dedican los contribuyentes particulares a calcular el pago, por ejemplo, del IRPF, aunque no es el único; además, cada estado y municipio tiene su propio modelo.
En algunos casos, la ineficiencia debido a la complejidad del sistema llega hasta el punto de que algunos impuestos tienen un coste de oportunidad similar a la cantidad que recaudan. Es el caso, por ejemplo, del impuesto sobre el patrimonio y las donaciones.