Estonia: el sistema fiscal más competitivo del mundo
ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA/ El país báltico lidera, gracias sobre todo a su modelo de tributación corporativa, el ránking que la Tax Foundation elabora desde 2014.
Si el fútbol es un deporte en el que, según la famosa frase acuñada por Gary Lineker, siempre gana Alemania, en el caso de que la fiscalidad fuese una competición, el campeón indiscutible sería Estonia. Así lo es al menos para la Tax Foundation, el think tank estadounidense especializado en política fiscal, que lleva otorgando a Estonia el primer puesto de su ránking de competitividad fiscal entre los países que integran la OCDE desde que lo empezó a elaborar en 2014.
Son ya nueve las ediciones de este listado y todas ellas han estado lideradas por el país báltico. Las razones, según señaló la Tax Foundation en octubre al publicar la clasificación de 2022 –en la que España ocupa el puesto 34 de 38–, son un tipo impositivo del 20% en Sociedades pero que se aplica solamente sobre las ganancias distribuidas, lo que permite a las empresas reinvertir libres de impuestos el resto de los beneficios; un impuesto fijo del 20% sobre los ingresos individuales que no se aplica a los ingresos por dividendos personales; un gravamen sobre la propiedad que se aplica sólo al valor de la tierra, en lugar del valor de los bienes inmuebles o el capital, y un sistema tributario territorial que exime el 100% de las ganancias extranjeras obtenidas por empresas nacionales en el pago de impuestos internos.
Tributación corporativa
De esta forma, por ámbito fiscal, en 2022 el sistema tributario estonio está considerado como el mejor en fiscalidad individual y en fiscalidad sobre la propiedad, mientras que se sitúa en el decimocuarto puesto en imposición sobre el consumo y en tributación transfronteriza. Por último, es segundo en tributación de las empresas, sólo superado por la vecina Letonia, que lidera este apartado desde 2019, siempre seguida por Estonia (salvo en 2021, cuando Chile se hizo con la primera posición en esta parcela tributaria). De hecho, la Tax Foundation señala que Letonia, que ocupa la segunda posición del ránking general desde 2020 y aparece entre los cuatro primeros desde 2016, está en las posiciones de cabeza gracias a adoptar el sistema estonio de impuestos corporativos.
Para Marlen Rein, encargada de Asuntos Políticos y Económicos de la Embajada de
Estonia en Madrid, “los resultados del ránking demuestran claramente que nuestro modelo económico liberal ha sido la decisión correcta y ha ayudado a mantener una muy buena posición también durante los tiempos de crisis”, según asegura en declaraciones a EXPANSIÓN. “Estonia, como un país pequeño con sólo 1,3 millones de habitantes, tiene que ser lo más listo posible para mantener la competitividad y ser eficiente”, asegura, para a continuación destacar que su país “ha creado un sistema comprensible, fiable y transparente para facilitar la vida de los ciudadanos y, por otro lado, para atraer inversión extranjera, impulsar negocios y promover emprendimiento libre”. La clave de bóveda del sistema tributario está en la imposición de sus empresas, que, según destaca la propia Rein, al gravar solamente los dividendos u otras formas de distribución de ganancias, “permite a las empresas dirigir su dinero a las inversiones necesarias y, por ejemplo, acumular reservas para las necesidades de crisis”.
Por otro lado, Rein resalta que “la necesidad de eficacia parece estar escrita en el ADN de los estonios”, por lo que “es importante para nosotros reducir la burocracia”. De esta forma, apunta que “el sistema de gobernanza digital de Estonia es otra receta clave que ayuda a reforzar nuestra competitividad”. “Estamos orgullosos de que la presentación de la declaración de renta en línea de las personas físicas tarda menos de cinco minutos en la mayoría de los casos”, resalta, así como que “las empresas dedican menos tiempo al cumplimiento fiscal que en otros países de la OCDE”. “La fórmula de nuestro éxito es muy sencilla: hay que ser innovador, flexible, transparente y pensar en los ciudadanos”, concluye.*
Estonia lidera dos de las cuatro categorías fiscales, es segunda en otra y la 14ª en otros dos ámbitos
Letonia, segundo clasificado, ha imitado el modelo de tributación corporativa estonio