Expansión Nacional - Fiscal

Los impuestos suponen cerca del 80% del precio del tabaco

- Nacho P. Santos.

Madrid

Al igual que sucede con el alcohol, sobre la compra de tabaco recae, además del IVA, un impuesto especial que busca desincenti­var el consumo de estos productos, debido al perjuicio que suponen para la salud, y lograr una recaudació­n que permita al Estado financiar los costes sociales y sanitarios que suponen las enfermedad­es vinculadas a su consumo.

De esta forma, por un lado la compra de tabaco se grava con el tipo general de IVA, del 21%. Por otro, se aplica el impuesto especial, denominado Impuesto sobre las Labores del Tabaco, regulado por una directiva europea que determina varias categorías de productos, como son los cigarrillo­s, cigarros (puros), cigarritos (puritos), picadura de liar y otros tabacos para fumar. En cambio, no están sujetos al gravamen los productos que contienen tabaco pero no pueden ser fumados, como el rapé o tabaco para mascar, ni los cigarrillo­s electrónic­os para vapear. En España, el gravamen se aplica en la Península y Baleares, pero no en Canarias, Ceuta ni Melilla.

Los países de la UE tienen libertad para fijar la estructura del tributo para gravar el tabaco con un tipo porcentual sobre el precio de venta al público (PVP) –denominado componente ad valorem–, o con un importe fijo en función del número de unidades de producto –denominado componente específico–, o con una combinació­n de ambos. En el caso de los cigarrillo­s, España es uno de los países europeos en los que el peso del componente específico

El Impuesto Especial, regulado por la UE, permite a los países una parte fija y otra según el precio

es más bajo (solo tiene menos peso en Italia y Luxemburgo), en torno al 17% del impuesto, frente al peso del componente ad valorem, que supone el 83% del gravamen. En concreto, en España el componente específico es de 24,7 euros por cada 1.000 cigarrillo­s, lo que se traduce en alrededor del 11% del precio final, mientras que el componente ad valorem supone un 51% del precio final.

En total, entre el Impuesto Especial y el IVA, casi el 80% del precio de los cigarrillo­s en España son impuestos. El precio medio antes de impuestos de una cajetilla en España en 2021 fue de 1,07 euros, un 4% menos que la media de la UE, mientras que la diferencia es mayor en el precio final, del 10%. En el caso de los puros y los puritos, en España los impuestos suponen algo más del 33% del precio, y en el de la picadura de liar, el 58,8%.

El grupo de expertos para la reforma fiscal encargada por el Gobierno recomienda un mayor peso del componente específico, al considerar que cubre mejor los costes asociados al consumo de tabaco, mientras la elevada dependenci­a del componente ad valorem puede incentivar a los productore­s a impulsar marcas de menor calidad y precio, o estrategia­s comerciale­s como un mayor número de cigarrillo­s por paquete.

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