Una primera ministra con dos caras
Meloni es consciente que tiene poco margen de maniobra a nivel presupuestario, ya que debe cumplir con las directrices de Bruselas para evitar poner en riesgo la recuperación. Ella misma presume de “prudencia” y “realismo”, algo que compensa con un discurso contundente en política social. A su mano dura contra las ‘raves’, se suma el veto a los barcos de ONG con inmigrantes rescatados mientras cruzaban el Mediterráneo.