“La preocupación de todos es cumplir y evitar operaciones cuestionables”
ENTREVISTA EDUARDO ABAD Socio responsable de Derecho Tributario de Garrigues/ Destaca el cambio en la función fiscal en los últimos años. “Ahora tienes que dar el mejor asesoramiento en cumplimiento”.
“Nuestro trabajo está sometido a revisión continuamente. No podemos fallar”. Eduardo Abad es el socio responsable del departamento de Derecho Tributario de Garrigues, firma donde ha desarrollado su carrera profesional tras su paso por Arthur Andersen. “Llevo aquí toda una vida”, destaca. Abad dirige un departamento de 451 especialistas repartidos en todo el mundo, 97 de ellos socios. Sus 30 años en el sector le han permitido conocer de primera mano los cambios en la función fiscal, que poco tiene que ver con la que se encontró al inicio de su carrera.
“Nuestra actividad ha cambiado muchísimo en los últimos años. Ahora tienes que dar el mejor asesoramiento en el cumplimiento de las obligaciones tributarias. La preocupación de todos, clientes y profesionales, es cumplir y evitar operaciones que puedan ser cuestionadas”, subraya Eduardo Abad. El especialista asegura que las empresas se han mentalizado ya en materia de cumplimiento. “Los consejos de administración nos piden cada vez más informes para asegurarse de que lo que están haciendo está bien y que cumplen adecuadamente”, apunta.
Para llevar a cabo esta labor, son importantes el trabajo y las sinergias con los equipos fiscales de las empresas. “Tenemos muy buena relación con los in house. Muchos trabajaron con nosotros y lo que tratamos desde el despacho es de dar un servicio como equipo. Ya ha desaparecido aquello de que había un socio encargado por cada clien
te. Ahora, nuestros socios nunca van solos a un asunto. Ofrecemos todo un equipo con un socio de referencia, apoyado por todo el departamento, siendo la persona que más sepa de lo que se necesita”, explica el abogado.
Eduardo Abad insiste en la importancia de la “calidad técnica” en el trabajo de su departamento, sumada a la buena relación con los clientes. “La verdadera razón por la que muchos nos prefieren es porque hacemos nuestros los problemas de los clientes. Somos un despacho de cliente”, indica. “No hacemos una operación y desaparecemos. Te ayudamos a planificarla y luego a defenderla si la Inspección de Hacienda te llama.
Incluso si llegan los problemas, te llevamos el recurso”, destaca el abogado.
El responsable del departamento Tributario del despacho sostiene que el trabajo durante décadas del bufete en el área fiscal y tributaria ha conseguido una fuerte reputación. “Para nosotros es muy importante la credibilidad, no sólo ante el cliente, sino también ante la Administración. Cuando un despacho tiene credibilidad y aparece en un recurso, sabes que no hay ninguna cosa fea y que en sus argumentos existe una racionalidad y una interpretación coherente. Creo que esto lo hemos conseguido y nos ayuda mucho en nuestro trabajo”, apunta.
Tras 30 años de ejercicio, Eduardo Abad ha visto legislaciones de todo tipo. “Echo de menos que a la hora de hacer las leyes se tenga en cuenta la figura de los profesionales”, admite. “El asesor fiscal es una pieza clave ante una legislación tan complicada y con tantas aristas. Me gustaría que los que aplicamos la norma, abogados y asesores, pudiéramos intervenir en su creación. Mejoraría mucho las leyes”, añade.
El que no se digitalice en la función fiscal está fuera de lugar; nosotros hemos desarrollado herramientas pioneras”
Nuestro trabajo nos ha llevado a tener mucha credibilidad, tanto ante el cliente como ante la Administración”
Digitalización
Además de su responsabilidad al frente del Departamento Tributario, Eduardo Abad ha sido nombrado recientemente responsable del Comité de Innovación y Digitalización de Garrigues. “La función fiscal es muy susceptible de ser digitalizada y es el primer sitio en el que se me ocurren cosas que hacer”, indica.
A su juicio, “el que no se digitalice en la función fiscal está fuera de lugar”. Abad destaca una serie de herramientas “pioneras” que ha puesto en marcha el despacho. Cuenta, además de sus programas para relacionarse con la Agencia Tributaria, con un tramitador de recursos propio y una herramienta específica para hacer due diligences fiscales. “Es una joya y estamos pensando en más cosas”, concluye.