“BBVA nunca hace una operación sin una consulta a la Dirección de Tributos”
ENTREVISTA JOSÉ MARÍA VALLEJO Director de la Asesoría Fiscal del Grupo BBVA/ El banco tiene tres principios tributarios: integridad, prudencia y transparencia. “No tenemos sanciones y lo llevamos a gala”.
BBVA fue pionero en transparencia fiscal en 2011, cuando la crisis financiera puso los ojos de la sociedad en la banca y los grandes actores económicos. Fue obra de José María Vallejo (Cádiz, 1969), inspector de Hacienda recién llegado a la entidad después de curtirse en diversos puestos del ministerio, en Bruselas y como socio de KPMG.
Desde la máxima responsabilidad de los 8.215 millones de euros en impuestos propios y de terceros que paga BBVA, Vallejo se ha asegurado de que los principios de integridad, prudencia y transparencia que guían la actuación del banco en materia fiscal sean una máxima inexorable de comportamiento.
Y también de interacción. “Buscamos de forma activa una relación cooperativa con todas las jurisdicciones de los países donde trabajamos”, asegura Vallejo.
Esta actitud proactiva es bien recibida desde el otro lado. “Somos un contribuyente muy potente y el sector está muy regulado y, por tanto, la relación con las autoridades es muy fluida”, añade.
Riesgo controlado
Eso incluye España por encima de todas las demás naciones, hasta el punto de que no se da un paso de calado en el negocio sin un visto bueno previo de la autoridad fiscal.
“Tenemos un nivel de riesgo muy controlado; somos muy prudentes”, resalta el director de la Asesoría Fiscal. “Realizamos siempre una interpretación conservadora de las normas y nunca hacemos una operación compleja si no tenemos una consulta a la Dirección General de Tributos. Cualquier operación de compra, venta, transacción inmobiliaria... va con informe”.
BBVA lo hace por convencimiento propio, pero también porque está convencido de que debe dar ejemplo.
“La ejemplaridad es estratégica para nosotros”, asegura el directivo. “Creemos que los grandes operadores económicos tienen que ser contribuyentes ejemplares. Y esa condición es una contribución a la sostenibilidad del sistema, tanto en la parte de pago de impuestos como en el compromiso de todos con el desarrollo sostenible”.
Eso no quiere decir que el marco normativo fiscal sea siempre y en todas partes perfecto a los ojos de BBVA. Las reglas están para cumplirse, pero algunas actitudes reman a favor de todos.
“El ámbito fiscal siempre ha sido cambiante. Se va adaptando a las circunstancias de mercado, de la economía, al ciclo o a las necesidades de recursos públicos. Cuando hay épocas de crisis o complicadas, esa volatilidad se acentúa y entonces hacen falta más que nunca entornos de certeza”, afirma Vallejo.
En estos casos, el fiscalista pide “un marco diligente de respuesta y aclaración del Ministerio de Hacienda y de la Agencia Tributaria”. Sin embargo, “últimamente la percepción del mercado es que sería necesaria una mayor agilidad en la respuesta de las consultas que surgen, porque ha aumentado la complejidad del sistema”.
Pero incluso en este entorno, la colaboración suma puntos. “La clave es que en BBVA nunca tenemos sanciones y lo llevamos a gala. Y en general las inspecciones se cierran con conformidad. El ejercicio de relación colaborativa que hacemos con las autoridades incluye la resolución de las discrepancias”, asevera.
El director del Departamento Fiscal de BBVA cree que la actitud histórica de prudencia del banco tiene mucho que ver en el trato más cercano y dialogante con las autoridades españolas, pero recuerda que todo el sector hace un esfuerzo importante.
Además del Impuesto sobre Sociedades con un tipo incrementado, Vallejo añade los tributos por transacciones financieras o depósitos, más la contribución a los fondos de garantía y de resolución y las imposiciones locales. “El sector financiero hace un esfuerzo fiscal que trasciende el Impuesto sobre Sociedades ”.
Y eso tiene un riesgo en el mundo actual. “La banca está compitiendo en un entorno global y se necesita un campo de juego nivelado con los nuevos rivales. Los impuestos tienen que ser globales”.
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Los grandes agentes económicos tienen que ser contribuyentes ejemplares”
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El sector financiero hace un esfuerzo fiscal que trasciende el impuesto de Sociedades”