Un fallo con dos votos particulares
La sentencia del Supremo cuenta con dos votos particulares de los magistrados Francisco José Navarro Sanchís y Dimitry Berberoff. Navarro Sanchís subraya que “apelar a situaciones especiales de carácter extrínseco, en expresión con una alta carga eufemística, como hace la Administración, es negar la evidente realidad de que no consta que en momento alguno hubiera la menor posibilidad de emprender urbanización”. Por su parte, Dimitry Berberoff destaca en su argumentación ante el Supremo que
“la situación básica del suelo no es un concepto idéntico a la clasificación urbanística que, en cada caso, pueda establecer el planificador a la vista de la legislación autonómica”.