“Colonial paga en impuestos el equivalente al 41% de los ingresos”
ENTREVISTA CARMINA GANYET Directora general corporativa/ La inmobiliaria contribuyó con 129 millones de euros a las arcas públicas en concepto de gravámenes, principalmente vinculados a la propiedad.
Para Colonial, la fiscalidad es una herramienta clave en la gestión del negocio. Pese a que la inmobiliaria catalana opera bajo la forma legal de Socimi y, como tal, queda exenta de pagar el Impuesto sobre Sociedades, la gestión de los impuestos va mucho más allá de este gravamen específico. “Se suele caer en el error de decir que no pagamos impuestos, cuando en realidad somos un importante contribuidor a las arcas del Estado”, indica la directora general corporativa de Colonial, Carmina Ganyet.
La Socimi, especializada en el segmento del mercado de oficinas, pagó en concepto de tributos 129,1 millones de euros en 2021, según consta en su informe de transparencia fiscal. De estos, casi un 70% fueron impuestos soportados y el 30% recaudados. “Equivale al 41% de la cifra de negocio de ese año y al 55% del beneficio antes de impuestos”, dice Ganyet para dar una referencia de las magnitudes. A nivel geográfico, de cada 100 euros que ha ingresado Colonial en impuestos, 35 euros han sido abonados en España y el resto en Francia.
En Europa, las sociedades de inversión inmobiliaria, conocidas como REIT, están exentas del pago de Sociedades porque la tributación se traslada al inversor. Grosso modo, el accionista paga los impuestos correspondientes en el momento que recibe el dividendo. En el caso de España, los propietarios tributan un tipo del 19% sobre sus ganancias (25% en el caso de los inversores institucionales). “Es un tipo de actividad que atrae mucha inversión internacional y la mejor manera de canalizarla es el mercado de capitales, un mercado muy transparente”, afirma Ganyet.
La directora financiera, Àngels Arderiu, explica que Colonial calcula su contribución a las arcas del Estado siguiendo la metodología de PwC de las 5P: Profit, Property, People, Product y Planet. “De esta forma, se consigue una visión más holística que poniendo el foco exclusivamente en Sociedades”, comenta.
Ganyet apunta que el principal capítulo en materia fiscal es el de los diferentes impuestos vinculados la propiedad, que suponen cerca del 60% de la contribución. En 2021, gran parte del volumen generado en gravámenes en este apartado, alrededor de un 47%, procedió de la compra de la participación que todavía no controlaba de su filial francesa Société Foncière Lyonnaise (SFL). El resto se dividió en la actividad ordinaria de la compañía, con un 45% vinculado al impuesto sobre bienes inmuebles y un 8% a diferentes gravámenes como las tasas por licencias y autorizaciones de obras o el impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras.
El área de fiscal se encuentra bajo el paraguas del departamento corporativo, que lidera Ganyet, y de la dirección financiera, con Arderiu al mando. Su responsable es Xavier Martínez. La unidad cuenta con un equipo de tres personas en Barcelona y de otros dos empleados en París. Además, se apoya en varios colaboradores externos, como los despachos Garrigues, Deloitte y Cuatrecasas en España, y Gide y Darrois Villey en Francia. Más allá de las comunicaciones habituales con el comité de dirección y el consejo de administración, el área incrementa los contactos en el caso de operaciones extraordinarias, como la compra de SFL.
Una de las claves del departamento es la innovación. “Hace un año y medio implementamos una herramienta de gestión de riesgos fiscales que nos dota de recursos para evitar cometer errores o que se nos pasen determinadas obligaciones. Se trata de una herramienta de doble validación”, indica Martínez. Este tipo de programas informáticos se suelen utilizar en el área de finanzas, pero Colonial ha decidido elevar la tecnología también para la gestión segura de la tributación. “Gracias a la digitalización, hemos ido un paso más allá en materia de control de riesgos de todas las transacciones”, asegura Ganyet. “De esta forma, toda la compañía es consciente de que cualquier actividad tiene un impacto fiscal”, añade.
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Se suele caer en el error de pensar que como Socimi no se pagan impuestos, pero contribuimos mucho” “
Hemos ido un paso más allá en el control de riesgos fiscales gracias a la digitalización”