La nueva fiscalidad de las multinacionales encalla en las negociaciones
NUEVOS CONTRATIEMPOS/ Hungría bloquea el acuerdo, los legisladores de EEUU boicotean la reforma y el principal negociador de la OCDE renuncia.
Nuevos contratiempos en las negociaciones para aprobar un impuesto mínimo internacional a las multinacionales del 15%. La gran reforma fiscal internacional, que a principios de año parecía imparable, se ha encontrado con obstáculos críticos en Europa y Estados Unidos.
Las nuevas objeciones de Hungría al plan retrasarán al menos durante un año más la implementación, algo que hará que la Unión Europea no esté lista para aprobar el paquete al menos hasta 2024. El bloqueo húngaro ha hecho sumarse recientemente a Irlanda a las críticas. El Gobierno irlandés ha virado su posición y pide ahora “tiempo” para poder adaptarse a la nueva normativa.
Estos nuevos retrasos dan a las grandes multinacionales un tiempo adicional para configurar sus esquemas fiscales conforme al nuevo impuesto mínimo global. Sin embargo, ninguna compañía tiene claros aún los pormenores de la reforma y cómo quedará finalmente su arquitectura fiscal en el proyecto impulsado por la OCDE.
Uno de los grandes obstáculos es el freno de los legisladores de Estados Unidos a la medida. Pese a que el plan de la OCDE cuenta con el apoyo de la Casa Blanca, la Administración Biden es incapaz de convencer a una mayoría del parlamento para que respalde la reforma.
El último capítulo en la tramitación es el boicot de los congresistas al plan internacional. Varios negociadores vieron en la Ley de Reducción de la Inflación, aprobada en agosto, la implementación efectiva del marco de la OCDE. La legislación incluía una disposición para que mu
El texto aprobado por los congresistas norteamericanos no cumple con las exigencias de la OCDE
“La arquitectura que hemos diseñado está aquí para durar”, dice Saint-Amans en su despedida
chas empresas estadounidenses paguen un impuesto mínimo del 15%. Sin embargo, el texto final aprobado por los legisladores poco tiene que ver con las exigencias del organismo internacional.
El texto, que levantó fuertes polémicas en Washington, tiene importantes diferencias con las propuestas de la OCDE. Entre ellas, no respeta los límites de exención, ni de tributación, ni de sujección al impuesto mínimo global.
Todo ello se ha sumado a la reciente dimisión del principal negociador de la OCDE. Pascal Saint-Amans, director del Centro de Política y Administración Tributaria del organismo, asegura en su despedida que la nueva arquitectura que negoció “está aquí para durar”, incluso aunque la implementación se retrase y queden dudas sobre si los gobiernos cumplirán con sus promesas de reforma. Su renuncia se hará efectiva a finales de este mes.
Saint-Amans dejará su posición después de más de diez años en el cargo. El especialista asegura que deja la OCDE “para buscar otras oportunidades profesionales”, según confirmó el Organismo internacional.
“Después de 15 años en la OCDE he decidido renunciar”, apunta Saint-Amans en un comunicado. “Este es el resultado de una larga reflexión y me siento privilegiado por haber servido a esta organización”, añade. “He sido increíblemente afortunado de estar en el lugar más emocionante para presenciar y facilitar los cambios fundamentales y únicos en el sistema tributario internacional. Lo que hemos construido juntos está aquí para durar”, concluye.