“Sacyr confía en los mecanismos de resolución de conflictos tributarios”
ENTREVISTA DAVID MATEU Director de Asesoría Fiscal/ Sacyr, que genera anualmente unos 600 millones de euros en impuestos, apuesta por una “relación colaborativa con las autoridades tributarias”.
Sacyr figura entre los mayores conglomerados de construcción y servicios europeos. La compañía, que da empleo a a unas 45.000 personas y trabaja en una veintena de países, desarrolla múltiples actividades, aunque el pulmón del grupo son las concesiones y el corazón, la construcción.
En paralelo, ha tejido una relevante red de servicios que, con el paso del tiempo, han hecho de ella uno los mayores contratistas españoles de limpieza urbana, tratamiento de residuos, servicios a la tercera edad, facility services y restauración, en otros negocios.
Todo junto conforma una compleja red de actividades que requirió, hace siete años, el impulso de una nueva concepción de la fiscalidad coincidiendo con el cambio de rumbo adoptado por la compañía, que pasó la página de la batalla por Repsol y del negocio inmobiliario (Vallehermoso y Testa) para centrarse en la promoción de infraestructuras y en los servicios. Hoy, en términos tributarios, Sacyr es una máquina capaz de generar 600 millones de euros al año, entre impuestos soportados y recaudados.
Para llevar a cabo esa transformación, Sacyr fichó a David Mateu (Barcelona, 1972). “Hace siete años, coincidiendo con el proceso de transformación del grupo, pusimos en marcha un plan de renovación del departamento fiscal que comenzó con la creación de la Dirección Fiscal corporativa, que no existía antes y que reporta directamente a la Dirección General Financiera pilotada por Carlos Mijangos”, señala a EXPANSIÓN el director de Asesoría Fiscal de Sacyr.
Mateu llegó a la constructora procedente de la multinacional eólica Vestas. Acredita una dilatada experiencia en empresas del mundo de la energía, financiero (GE Capital) y la distribución (Bacardi). Previamente, adquirió conocimiento trabajando como fiscalista para varias de las Big Four de la consultoría.
De las primeras decisiones adoptadas en 2015 y 2016 en Sacyr (cuando la empresa puso en marcha su primer gran plan estratégico hasta 2020), “en donde el equipo era una sola persona, se ha pasado hoy a un grupo formado por 18 personas, distribuidas encal”.
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Por su peso en el negocio global, Colombia, Chile y Perú tienen su propio gerente fiscal” “
La transformación de negocio de Sacyr hace siete años también requirió cambios en la gestión fiscal”
tre las tres áreas principales de la empresa y con perfiles mucho más adaptados a las nuevas exigencias del grupo, donde la diversificación geográfica y de negocio son claves”.
La fiscalidad de las áreas de construcción (la más numerosa con cinco trabajadores), concesiones y servicios está gestionada por un equipo de ocho personas. Otros seis empleados se dedican a la gestión de impuestos desde los servicios corporativos centrales. En paralelo, la empresa dispone de equipos especializados en aquellos países donde obtiene los mayores ingresos: Colombia, Chile y Perú. “En esos tres mercados hemos situado a un gerente fisSacyr también dispuso de un director fiscal en México, pero la empresa prescindió del puesto debido al rumbo del país desde la llegada al poder de Andrés Manuel López Obrador.
Sacyr sigue muy atenta a las reformas tributarias y a los cambios fiscales en sus home markets. Valora aquellas jurisdicciones que dan al contribuyente “un marco de seguridad jurídica” y le gusta ser proactiva en el debate.
La compañía es un firme defensor del diálogo tributario frente a las reclamaciones y recursos judiciales, tanto en España como en el extranjero. En varias actas de disconformidad, Sacyr ha empleado la figura del mecanismo de resolución de conflictos y le ha dado resultado.
“La resolución amistosa de conflictos es un mecanismo de solución de controversias tributarias, que solicita e insta el contribuyente y cuya resolución se produce entre las dos administraciones tributarias competentes”, dice Mateu, conocedor del mecanismo tras cerrar recientemente dos controversias con acuerdos de resolución de la Agencia Tributaria Española con sus homólogas portuguesa e italiana “En contra de lo que lo que viene siendo habitual, lo logramos”, dice.