“Mutua Madrileña sigue una estrategia fiscal de máxima prudencia”
ENTREVISTA ERNESTO MESTRE subdirector general Financiero y de Riesgos de Mutua Madrileña y JOSÉ MANUEL LÓPEZ director de la Asesoría Fiscal Corporativa/
Madrid
“En Mutua Madrileña seguimos una estrategia fiscal de máxima prudencia”, asegura Ernesto Mestre, subdirector general Financiero y de Riesgos de la compañía e inspector de Hacienda en excedencia. Con esta hoja de ruta, “siempre buscamos el fiel cumplimiento de la legislación fiscal con criterios claros dentro de un sistema interno de control y gestión de riesgos”, afirma Mestre.
“Si existe certidumbre, habitualmente todos los criterios se toman a nivel interno, pero ante cualquier atisbo de duda en un criterio fiscal tratamos de paliarlo con consultas a la Dirección General de Tributos o con segundas opiniones especializadas”, añade el especialista. En estos casos, que se localizan en la matriz del grupo, Mutua Madrileña suele trabajar con despachos especialistas en estos asuntos como Deloitte, Cuatrecasas, Baker & McKenzie, KPMG o EY, entre otros.
En paralelo, “las filiales del grupo que por tamaño y estructura no tienen departamento fiscal interno, externalizan esta función”, explica José Manuel López, director de Asesoría Fiscal y Corporativa de la aseguradora. Estos colaboradores son esencialmente Garrigues y Rousaud Costas Durán.
Mutua ha creado un Comité Fiscal en el grupo, donde participan los responsables fiscales internos y externos de todas las filiales. Se consolida así la coordinación de todos los asuntos fiscales, que se realiza desde el departamento fiscal de la sociedad matriz. Mutua Madrileña “está en la
fase final del proceso de certificación por Aenor del estándar UNE 19602, con el objetivo de acreditar que tenemos un sistema de gobierno fiscal sólido”, afirma Mestre.
La compañía pagó el año pasado 417 millones entre impuestos devengados y soportados, excluyendo las cargas de la Seguridad Social. De los 417 millones, 189 millones corresponden al impuesto sobre sociedades, 214 millones al IVA soportado y no deducido, y unos 15 millones son tributos locales y otras cargas menores del ejercicio.
Los impuestos indirectos suman 405 millones, incluidos el impuesto al seguro, los recargos al Consorcio de Compensación de Seguros o las retenciones del IRPF. Son cargas
fiscales que no están ligadas al negocio de la compañía. El que Mutua Madrileña Automovilista sea una mutua y no una sociedad anónima no supone ninguna ventaja fiscal, ya que no existe ninguna diferencia entre estos dos tipos de sociedades.
“Es verdad que existen algunas especificaciones o especialidades propias del negocio asegurador que aplica una mutua, pero a efectos de la fiscalidad de sociedades, Mutua tributa como cualquier sociedad anónima o sociedad limitada”, apunta Mestre.
“Los impuestos que pagó el grupo el pasado año a nivel consolidado están próximos al 24%, ligeramente por debajo del 25% que marca normativa gracias a las deducciones por investigación y desarrollo e innovación tecnológica y por la colaboración con la Fundación Mutua Madrileña.
“En nuestro trabajo desde la Asesoría Fiscal gestionamos unas 1.800 declaraciones al año. Incluyen tanto las que se presentan con carácter mensual, o sea, las periódicas y recurrentes, como resúmenes anuales que son compendios informativos de todo lo que se ha declarado en el ejercicio y que se presentan una sola vez al año, además de otras declaraciones puntuales”, dice López.
Mutua presenta declaraciones de retenciones de nóminas, de profesionales, reembolsos en fondos de inversión, modelos informativos de operaciones entre el grupo, modelos informativos a la Agencia Tributaria sobre Valores de rescate o valores liquidativos en seguro, etc.
En el caso de Mutuactivos, la principal característica diferenciadora desde el punto de vista fiscal es que distribuye un producto donde el componente fiscal es muy relevante para el inversor. Por eso es muy importante el trabajo conjunto para poder aportarles nuestro asesoramiento cuando lo necesitan, así como el punto de vista fiscal en relación con los productos que se están comercializando”, señala López.
La aseguradora está en la fase final para obtener de Aenor la certificación de un sistema fiscal sólido”
En Mutuactivos la diferencia es que distribuye productos con un fuerte componente fiscal”