“Nuestro trabajo es servir al banco y sobre todo a nuestros clientes”
Director de la Asesoría Fiscal de Ibercaja/ En el departamento, además de prestar servicios a la organización, tratan de “ayudar a los clientes a organizar su planificación fiscal”.
No queremos sustituir a los asesores fiscales de nuestros clientes y a veces les decimos que acudan con ellos
Diez son los miembros de la Asesoría Fiscal de Ibercaja que centran su trabajo en proporcionar los servicios requeridos por la organización pero con la atención puesta en tratar de ayudar a sus clientes a organizar su planificación fiscal según señala de forma reiterada Juan José Linares, el responsable del área fiscal de la entidad cuyo origen se encuentra en Aragón, pero que ha ido extendiendo su presencia por el conjunto del país poniendo el acento en los últimos tiempos en Madrid y la Comunidad Valenciana.
La Asesoría Fiscal depende funcionalmente de la secretaría general que se subdivide en la Asesoría Jurídica y la fiscal que, a su vez, lo hace en corporativa, negocio y compliance. Los diez componentes del departamento, todo lo relacionado con las nuevas tecnologías se realiza en colaboración con el departamento de IT del banco, o proceden de los grandes despachos nacionales (Garrigues, EY…) o de la propia entidad y suelen tener una doble licenciatura. Siete de las diez personas del departamento son mujeres.
Las funciones del área corporativa se centran en el asesoramiento al resto del grupo, “con una vocación de ser muy transparente y colaborando con la organización de forma muy transversal”, afirma Linares, y la de compliance complementa a la fiscalidad interna ejerciendo “el control del riesgo fiscal de manera independiente de los organismos propios del banco”.
Pero sin duda donde Linares pone el acento es en el área de asesoría de negocio con el objetivo de “ayudar a la entidad y a los clientes del banco… ayudando a que estos entiendan que en una importante mayoría se trata de empresas familiares” y que por lo tanto se pueden beneficiar de ese estatus que viene definido por Europa ayudando además a que definan la planificación sucesoria “porque tan importante es maximizar el esfuerzo fiscal del momento como prever qué pasará en el futuro”.
“Proporcionamos mucha información a nuestros clientes a través de charlas y encuentros que realizamos de
manera continua en colaboración con los grandes despachos de abogados”, señala Linares que reconoce al tiempo que el banco mantiene “una relación especial con Garrigues (de donde él procede), aunque colaboramos bastante con otros”. La pandemia ha sido un elemento relevante a la hora de modificar esta relación. “Hasta entonces hacíamos reuniones presenciales, pero tras su estallido se hicieron a distancia y ahora nos relacionamos con los clientes por las dos vías, lo que nos permite una mayor flexibilidad a la hora de ayudar a nuestros compañeros y a los clientes en situaciones muy concretas. No queremos sustituir a los asesores fiscales de nuestros clientes y por eso en muchas ocasiones les decimos que asistan a nuestras reuniones con ellos para entre todos prestar el mejor servicio posible”.
Los clientes de la entidad son mayoritariamente particulares y empresarios de pe
queñas y medianas empresas que en una “proporción relevante (el 70% aproximadamente) no conocen el régimen fiscal que se les aplica y por lo tanto no pueden beneficiarse del mismo”. La mayor parte se compone de empresas familiares (esta consideración no afecta solamente a empresas industriales o de servicios de una cierta envergadura, sino que también lo son buena parte de las pequeñas empresas de servicios (comercios, talleres…) a las que se les puede ayudar de manera muy efectiva, “no solo para el día a día sino también para el futuro”.
“Al provenir de una antigua caja de ahorros, somos muy prudentes, cumplimos con el ordenamiento jurídico y tratamos de colaborar con la Administración”, señala Linares.
La Asesoría Fiscal se adapta a las nuevas tecnologías en estrecha colaboración con el equipo de IT del banco que proporciona soporte al grupo.
“La presentación de las declaraciones mensuales, las consultas de las oficinas, del área de banca privada y de empresas, junto con la ayuda que proporcionamos al grupo financiero, que en Ibercaja tiene una relevancia significativa”, constituyen el grueso del trabajo del departamento fiscal de la entidad. Esto “y mantener una relación directa con la Administración Tributaria no solo para facilitar nuestro trabajo y el de nuestros clientes sino también para conocer qué necesita la Administración y poder ayudar”.
En Ibercaja se da mucha relevancia a esta relación y por eso “hemos conseguido que la comisión fiscal de la CECA (organismo que reúne a los representantes de este departamento en los bancos procedentes de las antiguas cajas de ahorros) se reúna en Zaragoza y mantenga contactos habituales tanto con la Administración central como con las autonómicas”.
Ibercaja aportó en 2021, directa o indirectamente, cerca de 400 millones de euros al Estado entre los 194 millones de euros pagados por la entidad a través de los distintos impuestos y tasas que tiene que satisfacer; 132 millones en su función de entidad delegada que intermedia en las obligaciones fiscales de sus clientes, y 67 millones como aportaciones al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) nacional y al Fondo Único de Resolución (FUR) europeo. Ello supone que el 56% del resultado obtenido en ese año va a parar a las distintas administraciones públicas (Estado, Comunidades Autónomas y Corporaciones Locales), que se elevaría hasta el 63% si se considera que las aportaciones al FGD y al FUR son, de alguna manera, tasas obligatorias para las entidades.