INFORMACIÓN PROFESIONAL CON POSIBILIDAD DE COBRO
Interesante mesa redonda de la Federación de Asociaciones de la Prensa
Antes de adentrarme en el interesante asunto expresado en los titulares, transmito sinceros deseos de felicidad en el año inmediato, extensivos a los lectores de nuestros medios en papel y digitales, a cuantas personas y empresas del Motor nos han dado temas de nuevos productos y otras noticias. Igualmente a cuantos nos han abastecido de papel, impresión, transporte, distribución, venta, publicidad y controles, así como actualización de instalaciones, y a la Jefatura de Tráfico y los agentes de Seguridad por sus servicios esenciales. Además, por supuesto, a todos los colegas. ¡En estas fechas, nunca nos consideramos competidores!
La noticia base del comentario de hoy radica en la interesante mesa redonda organizada a principios de octubre en Caixa Forum (Madrid) por FAPE, la Federación de Asociaciones de la Prensa de España. Según el titular del día siguiente en El Mundo. “Todo lo que hace una redacción es susceptible de ser cobrado”. La idea fue compartida por el presidente de Unión Editorial, Antonio Fernández- Galiano y los consejeros delegados de Vocento y Grupo Zeta, Luis Enríquez y Agustín Cordón.
Por supuesto, es una afirmación cierta, sin afectar para nada a la honradez de informar de la verdad y sólo la verdad. Aunque los medios informativos nunca deben renunciar al derecho de rechazar posibles inexactitudes o inconveniencias amparadas en su paso por caja.
Cada información de nuestros medios especializados tiene la obligación de comunicar siempre lo cierto con la única limitación del correcto espacio o tiempo programado.
Siempre me fascinó el periodismo especializado por su exigencia intrínseca de comunicar la verdad. Sólo puede competir, con ella, el periodismo de anticipación, pues no tiene sentido si no informa, precisamente, de previsiones ciertas.
Desde adolescente, consideré oportuno y rentable, editar programas gratuitos regalados por los anunciantes a sus clientes y amigos para orientar al ciudadano en las Fiestas Primaverales de Sevilla: Recorrido y horas cruciales de las cofradías de Semana Santa, mis letras de saetas, descripción de estrenos, así como consejos para vivir la Feria. Cuando me incorporé al periódico Sevilla, con sección diaria de entrevistas ilustradas con caricatura de cada personaje, además informé durante dos años, con un total de cien páginas nada menos, sobre cofradías, con la experiencia de mis programas anteriores. El publicitario José A. Blázquez, logró buenos ingresos al periódico con anuncios de tiendas y empresas de los “capillitas”, así llamados los más fervientes de cada hermandad.
También fui editor, durante una semana, de un diario práctico taurino para ver corridas de Feria: Nombre, peso y características de los toros a lidiar esa misma tarde, su orden de salida según el sorteo al mediodía y, por tanto, a qué diestro le iba a corresponder su lidia. Color del traje de cada torero y alguna anticipación de sus propósitos para lucirse. En resumen, un manual diario para comprender y vivir el espectáculo.
Cada día regalé la tirada completa a Curro, dueño del quiosco de la plaza de La Campana. Tenía vendedores en las calles de acceso a La Maestranza y agotaba las ediciones. Me emocioné el primer día al ver mi programa en las manos del público en los tendidos. Era un brillante “control de OJD” visual. Como consecuencia, la publicidad llegó con facilidad desde el segundo día y el negocio resultó rentable. El público, tan contento, se llevaba la verdad en el bolsillo, facilitando una mayor difusión. Sin la debida formación editorial, toqué la flauta por casualidad.
Interrumpí esta trayectoria al trasladarme a Madrid para estudiar Periodismo. Pero, al comenzar el segundo curso, mi profesor Luis Arranz, uno de los redactores-jefe del periódico Pueblo, me encargó la sección diaria del Motor “Kilómetro Cero”. Su éxito inmediato fue compensado con muchas peticiones de información entre los cien medios de Prensa y Radio afines a Pueblo y fundé la agencia de colaboraciones “Motor Press”, en una oficina casi delante de la placa del kilómetro cero de las carreteras españolas, en la Puerta del Sol. Inmediatamente después, la historia editorial de esta empresa, recogida en el libro “LUIKE, Historia del Motor en España desde 1956”.
Desde mis comienzos como editor de revistas del Motor debí explicar a mis compañeros del diario Pueblo y colegas estudiantes de Periodismo, la honradez informativa de mis publicaciones. Todos ellos veían con asombro cuántas páginas le dedicábamos a diversos vehículos y decían: “¡te estás forrando!” cuando eran sólo reportajes gratuitos. En mis inicios como periodista y editor del Motor no existía el publirreportaje. Sólo había información pura y originales de publicidad.
Con el transcurso del tiempo, los avances técnicos en la comunicación dieron lugar a múltiples intentos digitales no profesionales, descontrolados y abastecidos por copia de los medios impresos. Pero ya está superado, somos los profesionales quienes ofrecemos la actualidad digital y existen empresas de control de audiencia, como vías compensadoras de gastos.
La mesa redonda de la FAPE fue un completo acierto, con oportuna apertura de la Secretaria de Estado de la Comunicación, Carmen Martínez Castro, quien abrió la reunión con mención de las esencias del Periodismo: “Rigor, verdad, pausa, reflexión y claridad”.