EN MARCHA
Es una moto que sorprende. Era de esperar que fuese una de las 125 más rápidas por su poco peso, tamaño contenido y motor de 15 CV. No hay muchas 125 cc así. Menos obvio resultaba que el comportamiento fuese tan firme y convincente como es.
EN CIUDAD
Con solo 785 mm de altura al suelo y muy estrecha, es fácil llegar al suelo con los dos pies. Gira bastante bien. La horquilla estándar y fina así lo permite a pesar de llevar el carenado integral. El motor es suave, con un ralentí perfecto siempre y con suficientes bajos. Asimismo, el embrague tiene buen tacto. Por lo tanto, maniobrar a baja velocidad es fácil con ella. En el tráfico de la ciudad, como puedes suponer, se mueve bien con esas dotes. Además, al tener un motor potente sales raudo de los semáforos si así lo quieres. No es incómoda. Aunque llevas semimanillares bastante bajos, es una moto corta y no requiere que cargues demasiado peso en las muñecas. No obstante, si el uso que le vas a dar es eminentemente ciudadano, quizá deberías considerar su hermana naked sport GSX-S, con la misma base mecánica y una posición menos RR.
EN CARRETERA
En este medio es muy divertida gracias a esa capacidad de su parte ciclo y al gran motor que Suzuki ha creado. Es una de las deportivas que, sin duda alguna, elegiría para hacer, por ejemplo, unas tandas en un circuito de karts. Frena muy bien, con muy bien tacto y perfectamente dosificable. Y dispone de buen agarre. Hay que frenar muy a lo salvaje para apreciar el ABS de serie. En autovía, como cualquier 125 cc, va justa. Pero lo cierto es que no es cualquier 125 cc. Es una de las más rápidas que hemos probado. Como velocidad punta real, hemos obtenido 119 km/h, llegando a ver los 132 km/h en el marcador con algo de cuesta abajo. Y eso, si hay que hacer largas rectas interminables, se agradece.