EN MARCHA
Es digno heredero de los anteriores Daelim retro. También aquéllos eran scooters muy utilizables y divertidos de llevar, pero éste es mejor. Las llantas de 10” de los anteriores los hacían ratoneros, muy ágiles, además muy bajos de asiento, pero también un tanto nerviosos y, sobre todo, con mal asfalto, bastante incómodos. Las llantas de 12” mejoran el asiento. Le dan mayor prestancia al parecer más grande y mejoran el comportamiento, ahora más noble y progresivo, sin haber perdido agilidad.
El nuevo motor también ayuda en esa mejora del scooter. Tiene buena respuesta desde abajo y está muy lleno en cualquier régimen de vueltas. Tienes la sensación de que para la misma velocidad, para la misma entrega de potencia, gira a menos vueltas. Y eso da confianza a la hora de acelerar, pues es muy progresivo. No es ningún “tiro” en cuanto a prestaciones, pero queda en la línea de aceleraciones y velocidad punta de cualquier rival.
EN CIUDAD
Es en la ciudad donde se encuentra en su auténtico ambiente. Es ágil y muy maniobrable, frena bien y acelera bien en las salidas. Está bien equipado para este uso. Cuenta con pata lateral con desconexión del motor y caballete central, así como co estriberas del pasajero que se esconden en la carrocería y se despliegan pulsando con el tacón en los botones que lleva. Solo echamos en falta un reloj horario en el cuadro. Las suspensiones están taradas más bien blandas. El Besbi no tiene absolutamente ninguna intención deportiva y más bien quiere ser cómodo. Estas suspensiones, junto con el efecto de las llantas de 12”, han mejorado mucho el comportamiento sobre asfaltos en mal estado.
EN CARRETERA
En carretera se defiende bien. No alcanza los 100 km/h reales, como muchos de sus rivales, pero resulta cómodo. Puedes llevarlo, además, con el gas bien abierto: el motor no da síntomas de sufrir y solo hay que tener cuidado de no meterlo en corte de encendido, aunque no es fácil, porque lleva un desarrollo bien calculado y esto solo sucede en largas cuestas abajo si te empeñas en llevarlo a tope. Es estable y se sujeta al suelo con corrección, pero no invita a grandes tumbadas ni apuradas de frenada. El chasis abierto que requiere el suelo plano flexa más que los chasis cerrados y le ves que si fuerzas mucho, empieza a moverse. No va a pasar de ahí y no hay que alarmarse, menos, pero avisa de que no está hecho para eso.