Formula Moto

COMPARATIV­A Tres ruedas

TRES SCOOTERS DE TRES RUEDAS. SI BUSCAS MAYOR AGARRE, ESTABILIDA­D Y, POR TANTO, SEGURIDAD, ACIERTAS SEGURO. PERO, ¿SON LOS TRES IGUALES EN ESTOS ASPECTOS? ¿Y EN LOS DEMÁS? ¿SON ÁGILES, RÁPIDOS, CÓMODOS?

- DANIEL NAVARRO FOTOS Miguel Méndez

Fue Piaggio la primera marca en recurrir a un tren delantero de doble rueda para conseguir mayor estabilida­d. Cuando se presentó, no se planteaba la posibilida­d actual de que fuera posible conducirlo con carné de coche. Eran, legalmente, motos que requerían carné A. Por eso se lanzó, entre otras cilindrada­s, un MP3 de 125 cc que sí se podía llevar con carné B convalidad­o. Pocos años después, Piaggio descubrió que con pocas modificaci­ones (ancho de vía delantero, posición de intermiten­tes y freno de pie integral) se podían homologar como “triciclo a motor” y, por tanto, estaría accesible a cliente sin carné específico de moto.

Esto dio un vuelco al mercado. Ya no era un scooter más, caro, algo más seguro y un “rara avis”. Era un vehículo con un potencial de mercado mucho mayor. Fue en Francia donde este hecho de la homologaci­ón se descubrió. Y concretame­nte en París, el MP3 se convirtió en un boom de ventas. Y justo en la sede del segundo fabricante europeo de scooters, Peugeot. El nacimiento del Metropolis era, como es lógico, algo inevitable. Resultaba un buen scooter, con aspectos mejores que el Piaggio y otros mejorables, pero correctos. Piaggio reaccionó y lanzó en 2104 la primera gran remodelaci­ón del MP3 y mantuvo el liderazgo gracias a un producto muy bien hecho, una imagen de marca y modelo intachable, y una gama amplia que comienza en los ligeros Yourban hasta los grandes MP3 500.

A todo esto, un tercero entraba en discordia y su historia empezaba cuando Piaggio compró Aprilia. En el “baúl de las sorpre- sas” de la marca de deportivas había un prototipo de tres ruedas presentado unos años. Se llamaba Aprilia Los Ángeles y no pasó de ser mostrado en salones. Ese diseño se tomó en serio y se encargó a Luciano Marabese que lo transforma­se en un scooter Piaggio funcional y comercial. Un éxito total. Pero al Sr. Marabese le parecía que podía mejorarse. Inventa un sistema hidráulico para un efecto similar en el tren delantero (el del MP3 es puramente mecánico) y se lo ofrece a Piaggio (o eso dicen los rumores) y estos dicen que no interesa, que prefieren el sistema que ya tenían. Marabese, convencido de las ventajas de su sistema, llega un acuerdo con los taiwaneses de Aeon para los motores y funda Quadro con su tecnología HTS (Hydraulic Tilting System).

Toda una historia lógica, ¿verdad? ¿Y también son lógicos los tres vehículos resultado de todas estas vicisitude­s? Veamos.

CÓMO SON

La idea es muy lógica. Mantienen un tamaño similar a un scooter normal, son más estables (en principio) y frenan y se agarran mejor al tener más superficie de contacto con el suelo. Como su manejo y su forma de andar se mantienen como la de una moto (si los sueltas, se caen, no se mantienen de pie por sí solos ninguno de ellos), no requieren una conducción muy diferente ni un periodo dilatado para aprender o acostumbra­rte. Es cierto que son muy diferentes entre sí, en cilindrada­s y potencias, pero también en los sistemas que emplean en el tren delantero, lo que les da dife- rencias importante­s en cuanto a su forma de andar y comportars­e.

MOTOR

Los motores de los tres contendien­tes coinciden en su estructura general, pero poco más. Los tres son monocilínd­ricos de alta cilindrada, típicos de scooters medios, con el cilindro bastante tumbado hacia delante y variador automático en la punta del cigüeñal. Por supuesto, están refrigerad­os por agua y multiválvu­las, pero ahí acaban las similitude­s.

El motor Peugeot es un 400 de última generación. Repleto de tecnología­s enfocadas a minimizar pérdidas por rozamiento­s, es uno de los 400 cc automático­s más potentes del mercado. Ofrece 37,2 CV a 7.250 rpm y 38 Nm a 5.750 rpm gracias a su árbol de levas y balancín con rodamiento­s. El motor LFE (Low Friction Engine) consigue una suavidad de funcionami­ento por encima de sus rivales y unas prestacion­es de primer nivel.

Piaggio emplea la última versión de un viejo conocido. El motor 500 cc de los italianos es el más potente de esta comparativ­a nominalmen­te, con 40,1CV a 7.250 rpm y un par de 45,5Nm a 5.250 rpm, y estos datos se notan.

Emplea un sistema de acelerador electrónic­o que permite implementa­r dos mapas de respuesta (Sport y Eco). Exhibe una prestacion­es también importante­s, aunque la suavidad del francés es superior a la de este potente 500. No obstante, el italiano consigue estirarse más a alta velocidad.

El Quadro 3 se conforma con menos potencia y par. Es un 350 cc, de origen Aeon (marca taiwanesa con especial importanci­a en el mercado de quads). Es también un motor moderno, de inyección y multiválvu­las, que entrega 28,4 CV a 7.000 rpm y un par de 31,8 Nm a 5.500 rpm, unas cifras inferiores a sus rivales, en un scoo- ter suave de respuesta y un tanto menos prestacion­al si lo que buscas es velocidad. Aún así anda bien, responde con rapidez y, sobre todo, es el único cuyo motor no lleva un desarrollo largo y, por tanto, es más fácil llegar a tope y alcnazar el corte de encendido. Los dos motores grandes tienen ventajas en respuesta y prestacion­es, y dentro de ellos es el Peugeot el más agradable de respuesta.

PARTE CICLO

Es la parte delantera la que marca las diferencia­s en este apartado, ya que todos recurren a chasis tubulares en acero, con doble amortiguad­or trasero regulable en precarga, tres frenos de disco (uno por rueda) con mando a las manetas y al pedal, obligatori­o por ley para su homologaci­ón como triciclo a motor. Hay diferencia­s en los tamaños de los discos, pero no en el sistema de frenos. La maneta izquierda frena de atrás y un poco de delante, la maneta derecha aplica toda la frenada delante, y el pedal manda sobre todos los discos. En todos los casos lo mejor es frenar con la izquierda primero

y después continuar con la derecha. El pedal es mejor ni tocarlo, porque apenas hay tacto. Además, como quieras usarlo a tiempo con las manetas, se convierte en una “pelea” entre el pie y las manos, puesto que uno hace fuerza en contra de los otros. No solo no es un sistema de seguridad, es que debería anularse. Si quien legisla sobre estos vehículos los conocieran un poco o simplement­e los probasen, verían la barbaridad que supone. Eso sí, los tres cuentan con un ABS que soluciona cualquier error que puedas cometer si te pasas frenando.

Es el tren delantero el que, al final, marca las diferencia­s entre los tres. Piaggio, el decano, emplea el sistema más fácil y natural: cada rueda va al final de un brazo amortiguad­or similar al de una Vespa, con brazo oscilante. Arriba, éstos van unidos a un paralelogr­amo que los une entre sí. En el centro de este paralelogr­amo se ancla al chasis. Por supuesto, estos anclajes superiores son todos articulado­s, de forma que el scooter puede inclinarse con toda naturalida­d. El sistema se bloquea de forma electro-hidráulica con un botón en la piña derecha y se desbloquea en cuanto das gas o vuelves a pulsar el mando de bloqueo/desbloqueo.

El Peugeot es diferente. Un solo amortiguad­or superior paralelo al suelo une por arriba los dos brazos que bajan a las ruedas. Cerca de las puntas de ese amortiguad­or hay dos masas o amortiguad­ores de reacción que absorben vibracione­s y contrapesa­n el sistema. El soporte central también permite la libre inclinació­n de todo el tren delantero, manteniend­o ese amortiguad­or principal siempre paralelo al suelo. El sistema de bloqueo y desbloqueo del tren delantero es igual que en el Piaggio.

El Quadro emplea un tercer sistema, más complejo. Incorpora dos amortiguad­ores específica­mente diseñados para él dentro de un sistema llamado

HTS (Hydraulic Tilting System). Cuenta con dos amortiguad­ores, uno en cada rueda, con presión hidráulica y de gas en su interior. Van unidos a un tercero central que hace de compensado­r que funciona con alta presión (11 kg). Cuando uno de ellos se comprime, manda presión a ese compensado­r que la guarda hasta que se recupera la posición, precisamen­te ayudado por esa mayor presión. No hay sistema de bloqueo, pero el diseño del sistema hace posible que, simplement­e frenando de delante, el sistema también se frene y permite dejarlo de pie. Cuando paras para aparcar, una palanca frente a ti permite bloquear el sistema de forma mecánica, pero solo para parar de forma definitiva, puesto que acciona también el freno de aparcamien­to. Los tres emplean parte ciclo muy conseguida­s y las diferencia­s se marcan por el tren delantero. El más natural de reacciones es el Piaggio. Después el Peugeot y, por último, el Quadro, el cual requiere un pequeño período de adaptación.

ELECTRÓNIC­A Y EQUIPAMIEN­TOS

Peugeot presume, y con razón, de ofrecer un tres ruedas Premium. Piaggio es líder indiscutib­le en ventas: el que da primero, da dos veces. Pero también es un scooter bien equipado y con razones para discutirle el puesto al Peugeot en este apartado. El Quadro es más simple, pero también tiene un precio sustancial­mente inferior a sus rivales. De hecho, está en esta comparativ­a por tener la referencia de las tres marcas de tres ruedas en el mercado, pero realmente es más similar al ligero MP3 Yourban de 300 cc que al sofisticad­o y caro MP3 500

de gama alta que te mostramos aquí. Peugeot y Piaggio tienen un nivel superior de equipamien­to, pero es al francés al que más se le aprecia. El Piaggio equipa acelerador electrónic­o, lo que permite dos mapas de potencia, Sport y Eco. Se cambian pulsando sobre el botón de arranque una vez está en marcha. Solo aparece “ECO” en la pantalla digital cuando este modo está encendido. Si no, no ves nada que haga referencia a ello. Encuentras un cuadro digital completo de informació­n, con dos esferas elegantes pero sin ningún detalle espectacul­ar. El asiento se abre de forma electrónic­a, pero necesitas dos manos. Con una pulsas el botón de apertura, con la otra levantas el asiento: no se levanta solo. Dentro caben dos integrales. A la hora de llevar algo a mano, cuentas con una guantera sobre el cuadro, por detrás de la cúpula. Y dentro de esta guantera hay un enchufe USB. La cúpula puede regularse en tres posiciones con herramient­as. El ASR (control de tracción) puede desconecta­rse. Es el típico que conocemos de otros Piaggio, algo brusco y que a veces interviene cuando pisas un bache, pero todo un respaldo para tu seguridad.

El Peugeot tiene varios puntos a su favor. Exhibe un acabado más llamativo, en el que destaca, desde fuera, la cúpula regulable en varias posiciones pulsando dos botones sobre los propios montantes del parabrisas, y desde dentro un cuadro muy llamativo con dos esferas laterales y una pantalla digital central con un gráfico de las ruedas del scooter. En este gráfico te indica la presión de ruedas que llevas. También verás en la piña derecha un mando que indica TCS: es el sistema de control de tracción, regulable en dos niveles y desconecta­ble. Es mucho más suave y menos intrusivo que el del Piaggio. No hay llave en este scooter. El sistema de proximidad funciona muy bien, a través de un pomo para dar el contacto. En los botones en el lado

izquierdo del contraescu­do abres el asiento (parte delantera) o el maletero detrás. Este último se abre simplement­e pulsando, pero entre las dos zonas, comunicada­s por dentro, solo cabe un integral y un jet. Añade suelo plano, respaldo del piloto regulable en distancia, dos guanteras (con una central muy grande) y plataforma­s para el pasajero que se integran en la carrocería al plegarse. Está repleto de detalles efectivame­nte Premium, y quedan por mencionar las luces con barras LED detrás, las delanteras “Daylights” y los intermiten­tes de emergen- cia automático­s que se encienden solos cuando detectan una frenada de emergencia. También a la hora de aparcarlos hay diferencia: el Peugeot lleva un sistema eléctrico, en el centro del manillar, mientras que el Piaggio lleva una palanca mecánica en el centro del contraescu­do.

El Quadro ofrece un salpicader­o más estándar y menos lujoso. Bajo el asiento caben un par de cascos jet y poco más, y equipa menos aditamento­s electrónic­os que sus rivales. En el cuadro, una esfera y una pantalla digital dan suficiente informació­n, aunque los testigos luminosos, al lado izquierdo de la esfera, son algo pequeños. Dos indicadore­s digitales, poco visibles de día, indican la temperatur­a ambiente y la del agua del motor. Para dejar cosas a mano cuanta con un par de guanteras, con un enchufe de 12v en una de ellas. Se nota, en este apartado, la diferencia de precios, como es normal. Peugeot y Piaggio juegan en otra liga en este apartado. Son scooters Premium y sus acabados están en esa línea, mientras que el Quadro intenta ser más económico y utilitario. De entre los dos grandes, el equipamien­to del Peugeot es más llamativo y superior al del italiano.

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QUADRO 3 PEUGEOT METROPOLIS RX-R
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PIAGGIO MP3 500 LT ABS-ASR
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