EN MARCHA
Arrancar el motor, engranar la primera marcha y comenzar a rodar es una auténtica delicia.
EN CIUDAD
Su ligereza y su estrecho manillar te permiten zigzaguear entre coches para situarte en primer lugar antes de que el semáforo se ponga en verde. Además, es fácil llegar al suelo con los pies, incluso para gente de corta estatura. Para los que esta moto se les quede algo pequeña por estatura, también la pueden pedir con el asiento más alto.
EN CARRETERA
El motor sigue tan enérgico y alegre como aquel primero que nos enamoró hace ya unos años, con una conexión muy directa entre tu mano derecha y la rueda trasera. Te permite dejarlo caer de vueltas en curvas cerradas y abrir en tercera con una respuesta imponente, sin llegar a ser desbordante para un novato del carné A2. De todas maneras, no conviene emocionarse porque sigue sin tener modos de conducción ni control de tracción, tampoco embrague antirrebote.