ASÍ LA VEMOS
Es el resumen de toda la experiencia de la marca nipona en deportivas de este estilo. Es una moto muy divertida en carretera, con la que se ha demostrado en la categoría SSP300 del Mundial de SBK que es una base muy firme para montar una moto de circuito. Así, aquellos que no tienen experiencia con deportivas, tendrán una gran maestra y primera moto en ella, mientras que aquéllos que ya han rodado algo más descubrirán una moto divertida y eficaz.
En la ciudad es también una moto muy aceptable. Es ligera, ágil y cómoda. No necesitas mucho más. Resulta cómoda, con una ergonomía bien calculada, buen asiento y mandos en buena posición.
El nivel de equipamiento es notable para su precio, y en autovía es una moto con motor suficiente para meterte en viajes sin muchos problemas, aunque su capacidad de equipaje, como es normal, es cero sin llevar mochila o bolsas sobre el depósito o sobre el asiento trasero. Ah, y tendrás que ir un tanto agachado para evitar el viento, por su cúpula muy corta. Pero no es incómoda en esa posición.
El motor es redondo, con bajos y medios, pero con gran capacidad de rodar alto de vueltas. No solo no es perezoso para llevarlo ahí arriba continuamente, sino que es divertido hacerlo. Exprime bien los 45 CV disponibles de forma que parecen hasta más.
CON PASAJERO
El pasajero está un tanto desprotegido ahí arriba. Asiento estrecho y elevado, estriberas altas y sin asas, como corresponde a una deportiva, hacen de ella una moto más pensada para que sea eficaz y divertida para el piloto que para llevar a un acompañante.
El motor ofrece buenas dosis de bajos y medios, pero también dispone de gran capacidad de rodar alto de vueltas