ASÍ LA VEMOS
La 790 Adventure es fácil casi para cualquiera. El asiento regulable ayuda, además, en una moto que no es alta de por sí, pero además tienes opciones para reducir aún más sus altura. Y de la R también. Simplemente bajando el asiento, para mi, ya es muy cómoda y accesible. Lógicamente, con 830 mm de altura de asiento y sobre 209 kilos en orden de marcha, no es fácil moverla en parado sin bajarte del asiento, pero sí llevándola desde al lado. Desde el asiento llegas al suelo con un pie y con un bajo centro de gravedad (el depósito va abajo) se siente lo suficientemente equilibrada para no resultar incómoda.
La KTM 790 Adventure R se percibe diferente. Las suspensiones multirregulables permiten un mejor ajuste, pero tal y como vienen de serie tiene ese tacto de moto de campo. Los neumáticos también son más camperos, lo cual, junto con la mayor altura a la que vas subido, te recuerda más a las motos de enduro, incluso al rodar con algunas vibraciones más evidentes por la rodadura de los tacos y una sensación de menor agarre si fuerzas la situación. No obstante, permite llevar buen ritmo en carreteras de cualquier tipo e incluso más cómodo si es asfalto muy roto.
En campo, la KTM 790 Adventure R es más endurera, con más agarre, mejores suspensiones y ruedas más apropiadas. Se siente casi como una moto de campo, pero de 200 kilos. Aquí sí puedes poner las suspensiones como quieras y eso ayuda a dar confianza. Con ella probé el modo Rally de serie y opcional en la estándar. También ayudará a los más “pro” en el campo ajustar deprisa el control de tracción y el motor en función del estado del suelo.
CON PASAJERO
El pasajero tiene buen espacio, de modo que, como buenas trail, serán motos agradables para ir dos. Muy cómodas tanto por asiento como por suspensión y manejo, la lista de opciones hará que puedas acercarlas más a tu gusto y necesidades.