EN MARCHA
Como la anterior, la Vespa Primavera S lleva un hueco para un casco integral algo justo bajo el asiento, que se abre desde un botón en el contraescudo. En la punta del asiento dispone de un gancho extraíble que ayuda a llevar bolsas sobre el suelo semiplano típico de las Vespa, así como de una guantera frontal que abres empujando la llave de contacto hacia dentro. Y como siempre, es fácil ampliar la capacidad de carga con portabultos delantero o trasero (o ambos), disponibles como accesorios.
EN CIUDAD
La Vespa es, sin duda, el scooter neo retro por excelencia. De hecho prácticamente es una precursora de este estilo y desde hace muchos años siempre ha querido guardar cierto parecido con "sus mayores". Sin embargo también siempre ha sido muy consciente de que tenía que ser "perfecta". Y esto, en una motocicleta como la Vespa, significa fácil de llevar, cómoda y muy ágil en ciudad. La Primavera S, en este sentido, está cerca de ser la mejor Vespa de la historia.
Gira bastante, acelera muy bien desde muy abajo, con toda suavidad y de forma progresiva, y frena muy bien. El disco delantero tiene un tacto perfecto y el ABS da confianza. Detrás, el tambor sorprende y si lo mantienes en condiciones, tensando cuando corresponda, tiene tan buen tacto como el freno delantero.
EN CARRETERA
No es dura de suspensiones, pero tampoco es un vehículo "blandengue", que no permita tumbar o frenar fuerte, lo que hace que también en la carretera sea un scooter divertido y eficaz. Solo una velocidad punta limitada, por debajo de los 100 km/h (98 km/h), supone un obstáculo fuera de la ciudad.
No hay cambios en la suspensión trasera, pero sí en los frenos. Las Vespa actuales, homologadas Euro 4, optaron por montar el ABS de serie en el tren delantero, manteniendo el tambor trasero.