KAWASAKI Z400
¿QUÉ SIGNIFICA UNA AUTÉNTICA Z? TIENE QUE CUMPLIR UNOS REQUISITOS: SER UNA AUTÉNTICA KAWASAKI, NAKED Y OFRECER UN TACTO SPORT SIN PERDER POLIVALENCIA. EN LA LARGA HISTORIA DE ESTE EMBLEMA HAY ALGO MÁS, YA QUE DESDE AQUELLAS Z1 DE LOS 70 SIEMPRE HAN TENIDO UNA FORMA DE ANDAR DIFERENTE.
Vamos a elegir un par de ejemplos caracteristicos. Las Z1 de aquellos años 70 fueron la respuesta de Kawasaki a la llegada de la moto que cambió el panorama de las dos ruedas. Honda lanzaba su famosa CB 750 Four en 1969, la primera cuatro cilindros moderna de la época. Kawasaki quiso que su moto tuviera una respuesta más contundente. Así, montaron un cuatro cilindros de 1.000 cc que cumplía con creces con ese objetivo. Le sucedió la también mítica (y potente) Z900 y poco después nos metimos en los 80, con el declive de las naked puras anteriores y la aparición de las deportivas carenadas. Sin embargo, a lo largo de los 90 las naked reaparecen. Son deportivas suavizadas, de las que las más populares derivan de las supersport de 600 cc. Menos en Kawasaki, que con su misma filosofía lanzan una Z750. Una vez más, al mismo precio que sus rivales, aprovecha una mayor cilindrada para una respuesta más contundente, con más par.
Desde entonces hasta ahora, las Z siempre han sido potentes, con buena respuesta. La popularidad de las naked en los últimos años, sin embargo, hizo que las Z se extendiesen en el catálogo de la marca japonesa. Z250 y Z300
llegaron para rellenar el hueco del nuevo carné A2, pero fueron solo naked derivadas de las deportivas de su cilindrada. Con la perspectiva de su propia historia, perdían algo de esa esencia Z al buscar clientes en un segmento nuevo. La llegada de la nueva Kawasaki Z400 cambia esas leyes no escritas sobre las Z. Es, como sus predecesoras, una derivada de la Ninja 400, claro está (no están los tiempos ni los mercados para desarrollar una moto diferente de arriba a abajo). Pero este aumento de cilindrada y de potencia la ha acercado a ese tacto de moto grande, con par y respuesta contundente que siempre ha caracterizado a las Z. Comparada con sus rivales, la Z400 es más potente gracias a su mayor cilindrada que una MT-03 de Yamaha, su respuesta es también más suave, pero deportiva y lineal que una Duke 390 de un único cilindro. Y es casi igual de potente, a pesar de su menor cilindrada, que una Honda CB500 (la historia aquí se da la vuelta, en parte) pero la Kawasaki es más contundente y deportiva en su respuesta que la suave y polivalente Honda. Con respecto a la Ninja también cambian cosas. Manillar y carrocería, básicamente, que es algo que se ve a la legua, pero solo estos cambios, más la posición de conducción que ello implica, hacen que la Z sea más fácil, más versátil y
hasta más agradable a la hora de hacer curvas en plan deportivo, gracias a la enorme sensación de control que da su manillar más ancho y alto. La Kawasaki Z400 hace referencia a su diseño "Sugomi". Es un concepto japonés que se aplica a algo que "da miedo". Kawasaki lo emplea para resaltar las líneas agresivas de estas motos, con formas angulares, deportivas sin concesiones. Llama también la atención cómo presume de chasis en tubo de acero. Y llama la atención porque es algo que dentro de la historia de la familia ha pasado de ser algo "vergonzoso" y que había casi que esconder (las Z750 llevaban un chasis en tubo de acero en lugar de un perimetral de aluminio) en la época en que reinaba el aluminio, a ponerlo en primera línea de visión, como hace KTM o Ducati. Kawasaki ha comenzado a remarcarlo desde el lanzamiento de la impresionante Ninja H2.
Es más fácil, versátil y hasta agradable para disfrutar en curvas que la anterior Z300