EN MARCHA
La posición de conducción es muy natural, con un asiento de amplio espacio que permite situarte a tu gusto y un manillar de considerable altura. Muchos echarán de menos el "semi" de la original, pero la ergonomía es mucho más polivalente en la actual.
EN CIUDAD
A simple vista se aprecia muy compacta, una sensación que responde al diseño de su colín minimalista, la presencia totalmente descubierta de la rueda trasera y sus escuetas fibras. En marcha, el sistema de asistente a bajas vueltas no se hace tan presente como en otras versiones dotadas de esta solución, requiriendo abrir más el acelerador para el recorrido de los primeros metros. No obstante, el tacto de todos sus mandos es excelente, en la más pura tradición Suzuki, sobre todo con un conjunto embrague- caja de cambios sobresaliente. El radio de giro es notable para ser una moto con horquilla invertida.
EN CARRETERA
Un motor de órdago se acompaña de un chasis-basculante de aluminio y componentes de ciclo de primer nivel. Su medio más natural son las carreteras secundarias en los que no haya que mantener elevadas velocidades de crucero. Sin embargo, su mínima cúpula protege más de lo que parece. El éxtasis llega a la hora de jugar con su motor, un dechado de empuje a cualquier régimen. A ello acompaña un sonido de escape embriagador, tanto en aceleraciones como en retenciones aprovechando su embrague antibloqueo. Un punto a tener en cuenta es la autonomía, con un depósito de solo 12 l.