EN MARCHA
Como buena trail de probada trayectoria, en general la GS 850 Adventure se desenvuelve fenomenal casi en cualquier territorio, con una manejabilidad impecable en altas y bajas velocidades.
EN CIUDAD
Para hablar del comportamiento de esta GS en ciudad hay que hacerlo en dos apartados: con y sin maletas. La imagen de la Adventure está íntimamente ligada a sus apéndices laterales en resistente aluminio, pero olvídate de ellas para moverte a gusto entre los coches. Sin ellas, como cualquier trail, se beneficia de la altura del manillar que queda por encima de los malditos retrovisores de los coches, de un amplio ángulo de giro y de un motor muy manejable tanto a velocidades medias como bajas.
EN CARRETERA
El otro territorio natural de la Adventure. Es una viajera con todas las letras y está hecha para devorar kilómetros de asfalto tanto en las retorcidas carreteras de un puerto de montaña –incluso con las maletas y top case cargados a tope– como en autopista, donde tiene velocidad, posición de conducción y confort como para irse a Cabo Norte del tirón aunque, si vas rápido, la protección de su pantalla puede resultar insuficiente.
EN CAMPO
Es una Adventure y tiene modo Enduro y Dynamic como extra. Traducción, el campo le gusta a esta GS 850. Posee una ergonomía muy apta para el off road y una suspensión muy resultona y polivalente para los obstáculos de los caminos habituales – ojo, con sus limitaciones–. Además, la posición de conducción es de auténtica trail y cuenta de serie con detalles como las estriberas dentadas, protector de puños, defensa del motor y palancas de freno trasero y embrague ajustables en altura, elementos todos ellos que la conectan directamente con su dakariana concepción original. Eso sí, siempre que vayas con neumáticos de campo, si no es así, mejor reserva la excursión campestre para otro día.