EN MARCHA
El asiento está a 800 mm de altura. Se llega bien y resulta cómodo de posición y de asiento. El manillar queda algo alto en comparación con otros scooters, pero te acostumbras rápido y no lo notas extraño en pocos kilómetros.
EN CIUDAD
Es muy ágil y capaz de meterse por cualquier sitio, necesitando poco más espacio para maniobrar que un 125 cc. Es bastante estrecho de manillar y gira mucho. No hay suelo plano, mientras que las plataformas para los pies no son muy grandes, pero puedes llevar los pies en una posición muy lógica y cómoda. Con el motor ya en marcha es silencioso y muy suave, y a baja velocidad ya notas que las ruedas de 16”, en ambos trenes, le dan una estabilidad superior a un scooter normal, algo a lo que la posición de conducción, muy erguida, también ayuda.
EN CARRETERA
Es donde de verdad te diviertes con el HD 300. Resulta fácil verle pasar por bastante de la velocidad máxima permitida y el aire no molesta excesivamente gracias a ese manillar y faro elevado. Es algo perezoso de aceleración en el primer golpe de gas, algo que ya pasaba con el Cruisym y en muchos scooters Euro 4, más taponados a base de catalizadores que los anteriores, pero es suficientemente rápido también entre curvas.