ASÍ LO VEMOS
Destaca como un modelo equilibrado, suficientemente rápido y potente, agradable de llevar y llamativo en lo estético, manteniendo la elegancia que debe tener una moto italiana. Es físicamente accesible para cualquiera. Se llega bien al suelo casi con cualquier altura de piloto y no es pesada. A sus mandos la posición es relajada y natural, con buena sensación de control y mandos bien ajustados en cuanto a tacto. La piña de luces izquierda, la principal, emplea el orden de mandos que Honda también aconseja, con los intermitentes y el claxon cambiados de sitio entre sí, lo que hace que de vez en cuando le pegues un pitido al mundo cuando quieres indicar un cambio de dirección. La pones en marcha y suena bien. No hay vibraciones ni ruidos raros al ralentí, a pesar de que es un motor que se diseñó para una moto que quería ser una enduro de verdad, a escala 125, como era aquella Husqvarna TE 125.
Equipa una pantalla LCD como cuadro. Está bien diseñada, pero no lleva reloj horario, algo básico para una 125 cc que va a pasar mucho tiempo en la ciudad. Toda la iluminación es de LED, con un bonito faro delantero en la misma tecnología. Monta solo pata de cabra, sin caballete central, pero bien realizado. Por último cabe destacar la doble salida de escape elevada, algo que le da sobre todo un aspecto "scrambler" muy llamativo y potente.
Es una de las 125 cc más completa en cuanto a reglajes del mercado. Emplea para frenar un enorme disco frontal de 300 mm delantero y un trasero de 220 m con sistema CBS. Con todo ello es capaz de detener la báscula en 130 kg y con una altura de asiento de 720 mm: una moto muy compacta y ligera.
CON PASAJERO
El acompañante se encuentra prácticamente a la misma altura que el piloto, ya que el asiento exhibe solo un pequeño escalón. Dispone de asas y buen espacio.