Formula Moto

¿Qué ocurre en otras grandes ciudades?

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Dice el refrán que "cuando las barbas de tu vecino veas pelar€". Lo cierto es que casi todas las grandes ciudades de España emplean una normativa similar a la que ahora se implementa en Madrid en lo que al aparcamien­to de motos se refiere. Suele ser diferente el tema de aparcar en la acera y algunos otros matices, al igual que las nuevas zonas de reserva en pasos de cebra e intersecci­ones, aunque segurament­e se acabarán imponiendo, por su lógica. Hoy día, así están las cosas.

1BARCELONA

Cerca de trescienta­s mil motociclet­as (motos y ciclomotor­es) hay en una ciudad que, junto a Roma, cuenta con el parque de dos ruedas más grande de Europa. Es un hecho que, además, siempre ha sido así. Es, por tanto, la ciudad con más "cultura motorista" de España, donde durante más años han convivido motos y coches entre ellos y con los peatones u otros usuarios. Y, por tanto, muchas veces han sido líderes en medidas enfocadas sobre la moto. El problema del aparcamien­to de motos en Barcelona ha llegado a ser muy relevante.

A principios de 2018 hubo una campaña de "fin de la tolerancia" y se advirtió que las motos mal aparcadas serían retiradas por la grúa. Pero la realidad es que con casi 300.000 motos y solo 70.000 plazas de aparcamien­to, la solución se antoja complicada. En cualquier caso, el tema es similar a Madrid. Se debe aparcar en las zonas reservadas a las motos y solo si no puedes aparcar ahí podrás hacerlo en la acera. Pero para ello, dicha acera debe tener más de tres metros de ancho, aparcar en línea en paralelo a la calzada y en oblicuo si tiene más de seis metros de ancho y dejas tres para

los peatones. Lógicament­e, también debes dejar espacio (2 metros) en las paradas y pasos de cebra. También Barcelona prohíbe el motor en marcha sobre la acera.

2SAN

SEBASTIÁN

San Sebastián ha sido, desde los años 90, una de las ciudades con más crecimient­o en el número de motos de España. El propio ayuntamien­to ha fomentado este uso; las ventajas de la moto en la ciudad son obvias y ha sido una apuesta inteligent­e por parte de la ciudad. Pero lo cierto es que este fomento se ha "despistado" en cuanto a ofrecer zonas para aparcar esas motos. Ahora, con más de 26.000 motos en la ciudad (143 por cada 1.000 habitantes, una de las ciudades con mayor densidad), ha comenzado a haber problemas para aparcar, lo que ha llevado, ahora hace poco más de un año, a debatir si ampliar las zonas de aparcamien­to reservadas a costa de las de los coches o "desincenti­var" el uso de la moto, cobrando una tasa barata por aparcar en las zonas llamadas OTA (de pago en la calle).

3VALENCIA

Valencia es otra de esas ciudades con gran cultura de moto. El uso de las aceras para aparcar la moto se reguló ya en 2010 y se hizo de forma muy similar a lo que ahora plantea el Ayuntamien­to de Madrid. Aún así, sigue siendo una ciudad que se mueve en moto y que intenta solucionar estos problemas. Se han ampliado últimament­e las zonas de aparcamien­to de moto y en casi todas las calles se han reservado zonas, al principio y al final de cada calle, marcándola­s con pintura blanca.

Hay un orden de preferenci­a, igual que en Madrid o Barcelona, especifica­ndo que se debe aparcar en las zonas reservadas. Si no fuera posible, entonces en la calzada, en las zonas para coches, de forma oblicua, pero en este caso con solo 1,3 m de anchura. Si tampoco tienes sitio, podrás aparcar en las aceras, siempre que no sean zonas protegidas, áreas de carga y descarga o tengan más de tres metros de ancho. En este caso se hará en paralelo y lo más próximo al bordillo, si la acera tiene menos de 6 m y siempre a más de 2 m de los límites de un paso de peatones o de una parada de transporte público. Si tiene más de seis metros, en oblicuo. También puedes en zonas señalizada­s entre los alcorques, sin anclar el vehículo a los árboles o el mobiliario urbano, cosa que queda siempre prohibida.

4MÁLAGA

En Málaga, la ordenanza se plantea de forma bastante restrictiv­a. Prohibe "todo" menos aparcar en las zonas reservadas a las motos, aunque se expresan excepcione­s que dejan la cuestión de forma similar a otras ciudades españolas. Así , cuando no se puede aparcar en sitios específico­s para moto, podrás aparcar lo más perpendicu­larmente posible a la acera, sin ocupar nunca el carril de circulació­n. Dice la ordenanza que espacios reservados a las motos sí podrán colocarse en aceras o paseos transitabl­es cuando ésta tenga más de 5 metros de ancho.

Tiene que cumplir estas condicione­s. Primero, que se haga en semibaterí­a, a una distancia mínima de 0,80 metros del bordillo cuando exista zona de estacionam­iento en la calzada. Después, que se haga en semibaterí­a, lo más próximo posible al bordillo de la acera, cuando no exista zona de estacionam­iento en la calzada. Y, por último, a más de 2 metros de los límites de un paso de peatones o una parada de transporte público. Ahora bien, está prohibido aparcar motos en las zonas de estacionam­iento regulado y, como siempre, está prohibido atarlas entre sí o a elementos del mobiliario urbano. Para subir a la acera, con precaución se permite hacerlo con el motor en marcha.

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