EN MARCHA
La protección es excelente gracias a su pantalla regulable en altura. Se acciona con las dos manos al mismo tiempo mediante unas ruedas de plástico y ofrece un rango de 50 mm. Solo echas de menos un par de protectores de puños. La posición de conducción es muy espaciosa aunque el asiento es bastante bajo, lo que, por otro lado, hace que quedes más integrado que en la CF Moto 650 MT. Incorpora un manillar de una pieza con elevadores de 100 mm sobre una tija triple que ofrece una ergonomía bastante erguida y cómoda.
EN CIUDAD
La caja de cambios de seis relaciones con transmisión final por cadena queda completa con un embrague en baño de aceite japonés FCC. El accionamiento del conjunto es fluido y ligero. En la ciudad, la mano izquierda no se te cansará en ningún momento. En este medio, hacer giros de 180 º o llevarla a paso de peatón es muy sencillo con independencia de tu nivel de experiencia. El buen diseño de su inyección también ayuda. No es abrupta en la primera apertura del gas, sino con una respuesta controlable y suave. Aunque no es una moto liviana con sus 226 kg con todos los llenos hechos, gracias a su bajo asiento es idónea para pilotos noveles con el carné A2, para lo que cuenta con kit de limitación.
EN CARRETERA
Puedes hacer kilómetros perfectamente relajado a 120 km/h con el tacómetro en 5.900 rpm, un poco más allá de la mitad en busca de la línea roja. Es capaz de rodar con agrado a 160 km/h incluso con sus grandes maletas instaladas. A 8.400 rpm circulas a 200 km/h y ya cesará de empujar, pero resulta estresante. El par máximo lo alcanza a las 7.000 rpm y su empuje es notable en una ancha franja de rpm, por lo que no es necesario subirla hasta las 10.500 rpm del corte. Mejor cambiar sobre las ocho mil y aprovechar la zona buena de par.