EN MARCHA
La posición de conducción es básicamente la misma de la versión previa, con un asiento de 780 mm de altura de asiento y un mullido ahora más contundente, estriberas en posición centrada y un manillar plano y relativamente alto de una pieza para configurar en conjunto un exclusivo cruce entre deportiva y cruiser. En Ducati hablan de ella como una mezcla entre Monster 1200 y XDiavel, y es verdad.
EN CIUDAD
Manejabilidad y agilidad son superiores en esta evolución Diavel 1260 sin haber perdido un ápice de sus prestaciones adictivas ni de su condición más visceral. De ahí que las aceleraciones sigan siendo explosivas, mientras que resulta más dócil de dirección y el motor sale más limpio a bajas vueltas, facilitando la conducción a baja velocidad, sobre todo en ese modo Urban, opción que la inmensa mayoría de sus usuarios elegirán gracias a su curva de par súper-plana.
El embrague en baño de aceite ofrece un ligero accionamiento y las arrancadas resultan tan sencillas como antes, pero ahora la inyección funciona mejor a bajas rpm, ya sin ninguna respuesta brusca nada más abrir el acelerador en modo Urban, lo que hace que esta opción sea muy válida también fuera de la ciudad. No aparece la respuesta abrupta que la primera generación sufría entorno a 1.500 rpm, siendo impresionante desde 4.000.
EN CARRETERA
El modo Touring es muy aconsejable en casi cualquier circunstancia normal de uso en carretera, aunque si quieres más "chicha" la encontrarás con el modo Sport. De todos modos, en todas las alternativas se comporta mejor ahora a bajas rpm, mientras que te debes agarrar bien fuerte al manillar cuando sales con ganas de un semáforo o das gas sin compromisos a la salida de una curva. Esta respuesta viva hace que agradezcas la compañía de su control de tracción de ocho niveles y del neumático Pirelli trasero especialmente diseñado para ella, porque es un cohete al nivel de una auténtica superbike.