EN MARCHA
No es una moto para todo el mundo: es muy especial también en su forma de andar. No en vano, es una ligera monocilíndrica con un motor muy potente y una respuesta hasta casi agresiva.
EN CIUDAD
Arrancas. Suena a mono grande y potente. Sube rápido de vueltas, como corresponde a un motor de carrera muy corta. Metes primera, sueltas el embrague y la moto es todo suavidad. La brusquedad de la que es capaz si te lo propones se la guarda hasta que se lo pidas. En maniobras a baja velocidad es fácil, siempre que mantengas la mano en el embrague. Este, con buen tacto, permite "trialear", cosa necesaria por su primera relación algo larga en pasos complicados o giros cerrados. Es muy manejable, permite llevarla como una supermotard con toda naturalidad y eso es hasta poco aconsejable si quieres seguir siendo una persona civilizada, porque la moto invita a no serlo. El chasis y la puesta a punto de la parte ciclo es bastante deportiva, lo que también aporta su granito de arena a esa personalidad "streetfighter".
EN CARRETERA
Muy divertida de llevar. Permite apurar mucho en la entrada de las curvas, tumbas bastante, aunque el limite de las ruedas mixtas está ahí, ya que por chasis podrías llegar más lejos. También te deja abrir gas a tope desde mucho antes que motos más grandes, con la confianza (otra vez) del control de tracción. El "quickshifter" te deja subir marchas sin cortar gas, con una sensación de aceleración muy divertida.