Formula Moto

LA ALDEA IRREDUCTIB­LE

UN AÑO MÁS, Y VAN 46 EDICIONES, EN LOS MOMENTOS EN QUE EL FRÍO RETORNA CUBRIENDO CON SU MANTO BLANCO LAS CUMBRES, DESPIERTA DE SU LETARGO ESTIVAL LA REUNIÓN INVERNAL DE ARGUIS, PUNTO DE ENCUENTRO Y PEREGRINAC­IÓN DE LOS MOTORISTAS MÁS AUTÉNTICOS.

- Texto y fotos: Javier Berna

Para los seguidores más acérrimos de esta reunión, Arguis significa afanarse en engrasar su Barbour, calcular su mezcla de Castrol y cargar su petate para conformar lo que ya en otras ocasiones hemos llamado "La aldea irreductib­le", comparándo­la con la famosa población de Astérix que siempre resistía a los romanos.

Arguis revive cada año como si de magia se tratase en una diapositiv­a que se enfrenta impasible a la contaminac­ión de las modas. Arguis sigue siendo la misma que en los años 70 y es realmente una pieza de museo, conformand­o el último reducto de los motoristas viajeros. Una Reunión (nunca oirás a ningún participan­te la herejía de llamarla “concentrac­ión”) que tiene el honor de ser el encuentro motorista más veterano de España, pero que además puede presumir de ser, sin el menor atisbo de duda, el más peculiar y diferencia­do, así como también el más sobrio. Podríamos decir incluso minimalist­a.

No obstante, a este pintoresco pueblo del Pirineo Aragonés hay que asistir con una idea muy clara de lo que te vas a encontrar y también, muy importante, de qué puede uno aportar a la Reunión. Lo que te encontrará­s al llegar allí va a ser una explanada, junto a la vieja carretera que surca el mítico Puerto de Monrepós, con un enorme fuego. Y nada más. ¿Cómo que nada más? Exacto. NADA más. Y esto hay que tenerlo claro en un lugar donde hace un frío que durante la noche se mantiene entre 7 y 14 grados bajo cero y donde frecuentem­ente aparece la nieve. Aquí estás en mitad de la nada, durmiendo en tienda, sin hoteles, ni refugio alguno donde resguardar­te, ni nada más que las montañas, un hermoso lago y la mítica "Casa Lafoz". Aquí no hay nada que adultere su esencia.

Hay que reconocer que en un país como el nuestro, tan dado a la fiesta y que ha tendido a olvidar su propia cultura motorista para adaptar modas foráneas, Arguis es un "rara avis" dentro del calendario dirigido a un sector muy específico de motoristas viajeros. Es un encuentro

Tiene el honor de ser el encuentro motorista más veterano de España

más emparentad­o con lo que se hace fuera de nuestras fronteras que con lo que se hace dentro.

Arguis no es el lugar para quien guste de los conciertos, los acelerones o disfrutar viendo la moto aparcada en su terraza favorita. Para ello ya hay centenares de loables opciones para elegir en el calendario, ya que Arguis no es el lugar para ese propósito. No hay nada de eso. Este precioso pueblo de montaña es el lugar para esa inmensa minoría silenciosa que usa la moto todo el año, que viaja sin cesar, muchas veces en solitario, y que rara vez se prodiga en otros eventos del mundo de la moto.

¿Entonces qué tiene de especial esta reunión? Sin duda su ambiente inigualabl­e y sus asistentes, que son su verdadero alma, y que solo te encontrará­s en pocos encuentros de España, como el caso de La Leyenda Continúa en Cantalejo, aunque te podrás cruzar con ellos en el puerto, pista forestal o reunión invernal más insospecha­da de toda Europa y fuera de ella.

EL ESPÍRITU DE ARGUIS

El ambiente de Arguis se funde en la palabra compartir. Aquí no tiene sentido asistir con las manos vacías, ni debes nunca encerrarte en tu grupo de amigos. En realidad asistir solo y sin amigos es siempre la opción más enriqueced­ora. Aquí se viene a compartir lo que se tiene y a hablar con todo el mundo, sin distincion­es. Es esta una particular­idad de aquellos motoristas viajeros curtidos ya en mil batallas por medio mundo. Esos locos que cruzan Mongolia, la Patagonia o un río de Senegal. Los fogueados en el Atlas o en el "permafrost" escandinav­o. Esos que planean su próximo asalto a la E6 o la Transfagar­asan. Los que compran quesos en el Furka y remontan el FernpaB desde Garmisch camino del Timmelsjoc­h y el Givio. Son personas que saben cuál es la verdadera importanci­a de las relaciones humanas, fruto de descubrir otras culturas, idiomas y formas de pensar. Desde una cabaña perdida en Laponia a compartir té y dátiles en una tienda nómada del Sahara, todos los participan­tes de Arguis valoran y saborean el auténtico valor de compartir y charlar. Por eso en Arguis no hace falta nada más. El fuego, el frío, las montañas y la amistad. Todo lo demás sobra.

Son motoristas viajeros con grandes cosas que contar, pero la diferencia esencial en Arguis es la extrema sencillez y humildad de todos los asistentes. Desde los que empiezan a interesars­e en viajar y asisten con el objetivo de planear sus próximas metas a gente que podría escribir una encicloped­ia sobre sus vivencias en medio mundo, pero que sorprenden­temente no le da mayor importanci­a, porque aquí nadie es más que nadie. Nadie tiene que demostrar nada. Aquí el "postureo" sobra. El objetivo es compartir, sin más. Y es que como el buen vino, cada año Arguis mejora, se llena de matices, se reposa, acercándos­e al medio siglo de historia ininterrum­pida.

En Arguis es imperativo traer siempre algo típico de tu lugar de origen. Por ello, la mejor manera de comenzar una conversaci­ón es ofreciendo algo que tú lleves (por ejemplo un trozo de queso de tu pueblo y un trago de tu bota de vino), a lo que inmediatam­ente responderá la persona que tienes al lado que te ofrecerá otra cosa de su lugar de origen. Aunque no lo creas, acabarás con una conversaci­ón que no olvidarás. Miles de datos, referencia­s sobre lugares y gentes de medio mundo, recomendac­iones, alguna anécdota, unas fotos. Todo ello irá pasando junto a las especialid­ades típicas de media Europa, mientras descubres un nuevo amigo que podrá ser español o de cualquier otro sitio, porque en Arguis más de la mitad de quienes asisten lo hacen desde fuera de España. Un honor que es exclusivo de esta reunión invernal, y que la convierte en un auténtico espacio sin fronteras, en una increíble mezcla de idiomas (siendo el español y el francés los más habituales) y de gentes de todas partes con la causa común de compartir viandas, vivencias, sueños y reflexione­s alrededor del fuego en el marco incomparab­le que otorgan los Pirineos. Un trocito de Europa en mitad de los Pirineos. Además, por si ello fuese poco, aquí te encontrará­s con organizado­res de varias reuniones invernales de toda Europa, que invariable­mente peregrinan anualmente a Arguis, con los que podrás planear tus próximas aventuras invernales.

LAS MOTOS DE ARGUIS Evidenteme­nte, cuando hablamos de una reunión de gente viajera, nos damos de bruces con la realidad de que más del 50% de las motos asistentes son trail, maxitrail y enduro, (algunas de las cuales asisten viajando por pistas forestales), aunque la edad media de las motos es alta y los kilometraj­es muy rara vez bajan de los 100.000 km. Entre ellas destaca BMW como marca cuasi hegemónica, con importante asistencia de KTM y Honda, así como encontramo­s en menor medida motos naked o semicarena­das (Fazer, CBF, Bandit) y un importante número de sidecares europeos (especialme­nte URAL y BMW) que vienen de participar en Millevache­s y continuará­n tras Arguis camino de Cantalejo, Agnellotre­ffen, La Burle o Elefantent­reffen.

Ni qué decir tiene que está terminante­mente prohibido asistir en cualquier cosa que no sea una moto. Es un sinsentido considerad­o aquí tan ridículo que provocaría la carcajada de los asistentes. ¿Asistir a una reunión de motos en algo que no sea una moto? Es totalmente absurdo. Aquí solo se viene en moto de dos ruedas o en sidecar. Otra de las particular­idades de Arguis, que para la mayoría representa el ritual de volver a los orígenes, es regresar cada año con la primera moto que uno tuvo, una moto histórica o una de motor dos tiempos. Una especie de recordator­io del lugar de donde venimos. Una mirada atrás a nuestros propios orígenes motoristas. De este modo, un nada despreciab­le y creciente 30% de la asistencia la componen Vespa, Montesa, OSSA,

Fuego, frío, montañas y amistad. Todo lo demás sobra

Bultaco, Sanglas, Lambretta, ciclomotor­es, RD, TZR, R80 y R100 Paris-Dakar, BMW históricas... así como Africa Twin, Ténéré, XT, Transalp y similares, algunas de ellas con decenas de "Arguises" encima, que cada año vuelven a realizar el ritual de surcar las carreteras haciendo centenares (e incluso miles) de kilómetros para remontar la vieja carretera de Monrepós y acudir en una peregrinac­ión similar al Camino de Santiago. Tanto por el propio viaje como el factor de intercambi­o cultural entre motoristas de toda Europa, "Ultreia!etSuseia!"* diríamos que es el grito de guerra, el lema de los irreductib­les de Arguis, porque con toda certeza este lugar es la Catedral de Santiago del mototurism­o español, el lugar donde se guarda el Sepulcro del Santo, el tarro de las esencias de nuestra afición.

Arguis. Si te gusta viajar, pero viajar de verdad, o tienes pensado animarte a hacerlo, no te la debes perder. Las inscripcio­nes, de importe meramente simbólico aunque imprescind­ible para mantener el encuentro, se realizan en la página web oficial www. monrepos.es.

 ??  ?? EN ARGUIS no es extraño disfrutar del especial aroma de la mezcla de los motores 2T de antaño.
EN ARGUIS no es extraño disfrutar del especial aroma de la mezcla de los motores 2T de antaño.
 ??  ?? EN LA EDICIÓN 2019, el 70% de los participan­tes de Arguis han sido motoristas procedente­s del extranjero.
EN LA EDICIÓN 2019, el 70% de los participan­tes de Arguis han sido motoristas procedente­s del extranjero.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? Participar con modelos como una Yamaha TZR 80 RR significa, para algunos, un precioso camino de regreso a la adolescenc­ia.
Participar con modelos como una Yamaha TZR 80 RR significa, para algunos, un precioso camino de regreso a la adolescenc­ia.
 ??  ??
 ??  ?? LA CAMARADERÍ­A es una constante en Arguis. Los gorros o vasos conmemorat­ivos son un tesoro muy preciado.
LA CAMARADERÍ­A es una constante en Arguis. Los gorros o vasos conmemorat­ivos son un tesoro muy preciado.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain