EN MARCHA
Dinámicamente, el TMAX sigue siendo inmejorable: noble, estable, rápido y muy divertido de llevar.
EN CIUDAD
En la urbe sigue siendo cómodo, suave y agradable. Sin embargo, no es para todas las tallas. Desde el 530 de última generación Yamaha monta en la punta del asiento los botones de apertura del asiento y de la tapa del combustible, sobre una consola. Esto te obliga a sentarte sobre ellos o más atrás. Si lo haces donde debes, detrás, los 800 mm de altura de asiento se convierten en una altura considerable: el arco de paso, la anchura del scooter en esa zona, es enorme. Y de hecho, aunque acabes sentado sobre esos botones, no es fácil llegar al suelo con menos de 1,80. No era así en los 500 de chasis de aluminio ni en los primeros 530, por lo que en ciudad se sentían mucho más maniobrables.
EN CARRETERA
Cuando afrontas zonas reviradas, como esa sección de montaña que tienes como objetivo en tus salidas de fin de semana, seguirá siendo la referencia entre los scooters en cuanto a cómo deben ir. En este ambiente está muy cerca de ser el scooter perfecto y, a día de hoy y en el futuro a corto plazo, no hay visos de que pueda perder su privilegiada posición. En la autovía, con el acabado Tech Max, tampoco hay más que puedas pedir. Por supuesto en la autovía es todo un lujo, al nivel de las mejores GT o casi. Puedes regular el parabrisas a la altura que te guste, puedes, si tienes frio, encender puños y asientos calefactables. Puedes incluso regular tu velocidad de crucero y "clavarla" con el control de crucero. Sin ruidos, con suavidad absoluta y con toda comodidad, que te echen kilómetros por delante.