MISTER VERSATILIDAD
LA DIVERSIFICACIÓN DE MODELOS ES CADA VEZ MÁS PROFUNDA. LA APARICIÓN DE NUEVOS SEGMENTOS ES CONSTANTE, TAMBIÉN DE DIFERENTES SUB-SEGMENTOS. LA NUEVA YAMAHA TRACER 700 QUIERE RESULTAR VÁLIDA EN ABSOLUTAMENTE TODOS LOS USOS QUE PUEDAS DAR A UNA MOTO DE CARRETERA. POLIVALENCIA AL PODER, TAMBIÉN PARA EL CARNÉ A2.
Cuando se dice que una persona ofrece una personalidad poliédrica, nos referimos a la manifestación de facetas muy distintas en su comportamiento. Cuando lo aplicamos a una moto, hacemos referencia a la nueva Yamaha Tracer 700 2020. Por radio de acción, se erige como una moto megalómana, con intenciones que van mucho más allá de su posición de cilindrada media, pero lo hace con criterio. En ciudad, carretera o autovía, presenta sus credenciales con un nivel muy por encima de lo que exigirán muchos de sus propietarios, te lo garantizo. Solo le queda un área al que mira muy de reojo, el campo. Para esta función off road ya está bien consolidada la última 700 en llegar al catálogo Yamaha, la Ténéré. La Tracer 700 ni pretende ni intenta llegar más lejos del asfalto, solo por exigencias del guión. Su monta de neumático delantero de 17" lo expresa bien a las claras.
Todos los acabados exhiben un paso más allá en calidad respecto a la edición precedente, sobre todo las fibras. Su imagen hace que no pases desapercibido en el tráfico ni para los viandantes, porque llama mucho la atención. Pero lo mejor viene cuando te pones en marcha. La suavidad del motor es exquisita. Siendo Euro 5, no ha necesitado de un incremento de cilindrada para mantener sus puntos fuertes. Así se combina a la perfección con una agilidad y una facilidad de movimientos idónea tanto para el que empieza con su primera moto grande como el piloto con más experiencia. Créeme, será difícil que me digas cuándo necesi
tarás más que lo que te ofrece esta moto, al igual que otras de su segmento. El manillar, ahora más ancho, es parte de la receta del éxito, así como un asiento cómodo que te permite moverte a tu gusto sobre él. Nada más poner tus manos sobre los puños, tienes esa sensación deliciosa de que te sienta como un traje.
En autovías o vías de circunvalación, con la pantalla en la posición más elevada de las dos posibles (operación que haces con una mano en marcha, en un instante), rodar a 150 km/h es casi automático. Solo te llegará el flujo del aire de pecho hacia arriba, mientras que en la más baja comienza a impactarte en el abdomen. Solo un uso 100% GT requeriría más altura, pero si así lo deseas, en el completo catálogo de accesorios tienes la solución con una alternativa más alta y ancha.
A la velocidad legal de 120 km/h, el motor rueda a 5.000 rpm como la seda. Ten en cuenta que la línea roja se encuentra justo al doble de esta cifra, así que imagínate lo que te espera si resulta que ese día tienes el cuerpo en modo "hoy me divierto". Las aceleraciones son inmediatas gracias a su nueva relación de cambio. Al igual que sus bajos son notables, su estirada es sorprendente. Llegas al corte de encendido sin acritud, y ello a pesar de no contar con sistema "ride by wire". Esto tampoco le permite disponer de mapas de motor o control de tracción, los primeros francamente innecesarios para una moto de su potencia, no tanto el segundo aunque sea por una cuestión de seguridad. Siempre, cuanto más mejor. Aunque es lógico que el precio se resentiría, con el tiempo se debe acabar imponiendo. Si lo tiene un scooter, por muy "maxi" que sea como el TMAX, porqué no una Yamaha Tracer 700.