Editorial
En la tecnología relativa a la seguridad, falta dar el paso para cubrir la mayor extensión posible del mercado. O mejor, todo el mercado
La tecnología es un factor que siempre ha ido unido a la filosofía de la moto. Desde la aparición de los primeros modelos dignos de esta denominación, esta relación se ha enfocado a la mejora del rendimiento y las prestaciones. Si dos ruedas es sinónimo de pasión a raudales, es en gran parte debido a este componente. Echemos la vista atrás en el tiempo y nos sorprenderá la calidad y el calibre de soluciones técnicas de hace décadas, incluso de hace un siglo. Desde la perspectiva de 2020, la estadounidense Ace Four de 1920 se erige como un prodigio técnico descomunal. El paso del tiempo hizo que cincuenta años más tarde se universalizara esta opción tetracilíndrica con el desembarco definitivo de las marcas japonesas, para ahora resultar algo absolutamente normal. Y como este caso, miles de ejemplos más demuestran que lo que en un momento dado parece imposible de alcanzar, finalmente se supera.
Viene esta reflexión como resultado de pensamientos que me asaltan cada vez que me subo a muchas de las novedades con soluciones de última generación que probamos en
Fórmula MOTO. El equipamiento de controles de tracción, ABS en curva o luces adaptativas te facilitan tanto la vida y te garantizan una conducción segura de tal nivel comparada con la alternativa de no portarlas, que no se puede más que pensar en el momento en que todas ellas estén disponibles en cualquier moto. Al fin y al cabo estamos hablando de tecnologías electrónicas, con un coste de desarrollo muy elevado, pero una vez obtenidas, de aplicación práctica relativamente económica, sobre todo en el ámbito de las economías de escala. Cuando BMW desarrolló con Bosch el ABS para motocicletas en los 80, quién podía prever que hoy día fuera equipo de serie en scooter ciudadanos de 125 cc. La extensión de tecnologías dirigidas a incrementar la seguridad de las motos se encuentra efectivamente en el centro de las estrategias de desarrollo de las principales marcas de motos actuales. Ahora falta dar ese paso para cubrir la mayor extensión posible del mercado. O mejor, todo el mercado. Aunque estas medidas nunca servirán para nada si no pones de tu parte todo el empeño para conducir de una forma segura.