‘DOWN A DARK HALL’
Uma Thurman en el internado de Rodrigo Cortés
unque Down in a Dark Hall mantiene el espíritu gótico del original literario, la novela homónima de Lois Duncan, en la película he optado por una mirada más fría y contemporánea, a lo
David Fincher, e impacable, a lo
Roman Polanski. La propuesta es más de suspense que de terror, próxima a la atmósfera enfermiza de Picnic en Hanging Rock (Peter Weir, 1975) o Amenaza en la sombra (Nicolas Roeg, 1973). Rodrigo Cortes no duda al describir su cuarto largometraje a FOTOGRAMAS, en un descanso en su rodaje. Vuelve a trabajar en
Ainglés, como en sus dos films anteriores, Buried y Luces Rojas, y con una estrella internacional: Uma Thurman. Repite, también, en rodar en España, en Barcelona y Canarias, para optimizar el presupuesto y mantener el control creativo.
ESCUELA DE PRODIGIOS
Thurman será Madame Duret, directora de Blackwood. Se trata, cuenta el cineasta, de una escuela para chicas que, una vez en el centro, demuestran habilidades artísticas que la lógica no puede explicar. Kit (AnnaSophia Robb), la nueva alumna, afrontará el misterio. Uma ha estado en España por diferentes razones, incluido el rodaje de Las aventuras del barón Munchausen (Terry Gilliam, 1988), nos conoce bien y se siente muy a gusto aquí,
cuenta Cortés. Su nuevo largometraje está producido por Nostromo Pictures, Temple Hill, Fickle Fish Films y Atresmedia Cine, con distribución mundial de Lionsgate. Entre los productores, Stephenie Meyer, creadora de la saga Crepúsculo, a la que marcó la novela cuando la leyó a los 13 años,
añade el realizador. por Juan Pando.