Fassbender y Vikander protagonizan una fábula romántica. Su director, Derek Cianfrance, nos la cuenta.
En un remoto faro de la costa australiana, una pareja encuentra un bebé en un bote a la deriva y decide quedárselo.
LA HISTORIA:
Basada en la novela de M.L. Stedman (editada en
España por Salamandra),
La luz entre los océanos confirma a Derek Cianfrance
(Blue Valentine) como un explorador de los claroscuros
de la moral humana. En su nuevo film, ambientado en las postrimerías de la Primera Guerra Mundial, Michael Fassbender y Alicia Vikander afrontan el dilema de quedarse o devolver este
bebé que llega a sus manos. Su decisión es emocional, advierte Cianfrance: Su comportamiento puede ser incorrecto, pero comprendes su desesperación. En mi cine no hay héroes ni villanos, sólo seres humanos abocados a crisis de conciencia.
Historia universal.
Para el director, esta historia podría pasar hace 100 años o dentro de otros 100. Lo primordial era capturar la dimensión universal del drama. La película aborda temas bíblicos que ya aparecían en mis anteriores films, apunta Cianfrance: La paternidad, el amor, la aflicción, el legado que dejamos a la siguiente generación. Esta vez quería que los imponentes paisajes acentuaran el carácter épico de un relato minimalista.
La navaja de Vikander.
Me interesa que los actores dejen de interpretar y empiecen a ser, sentencia: Eso se puede conseguir destruyendo la resistencia del actor o creando situaciones vivas,como la escena en la que Alicia le afeita el bigote a Michael. Se sentía el miedo de ella a cortarle, la confianza de él... ¡era puro cine!
ESTRENO: 20 ENERO