ESTAR O NO ESTAR CONTENTOS
Beyoncé tiene un discutible gusto en el vestir, pero muchos fans están contentos con su embarazo. El que no está nada contento es Johnny Depp. Ni Kristen Stewart, enfadada con su ‘presi’. por Kirk Royale.
Estos famosos están locos ¡y arruinados! Menos mal que nos queda Beyoncé, ahora mismo multiplicada por tres porque como la Humanidad entera sabe, está embarazada de gemelos. Beyoncé está logrando aquello que decían los románticos de que hay que convertir la vida en arte. Y si la diva se queda embarazada se convierte nada menos que en una Madonna contemporánea, y me refiero a la de Botticelli no a la ex del director de Operación U.N.C.L.E (2015). Con más de diez millones de Me gusta en Instagram (ese grado medidor del éxito contemporáneo), la madre de los hijos de Jay Z (y quizá la mujer más deslumbrante del mundo) va camino de pulverizar todos los récords. Y si, para el parto de la ya famosísima Blue Ivy, la mejor amiga de la familia Obama necesitó una planta entera de un hospital de Nueva York, cabe preguntarse si habrá que desalojar a todos los enfermos de Manhattan (por un día que estén sanos tampoco pasa nada) para que pueda dar a luz a un niño y a una niña que serán ídolos cuando en España no quede un duro para pensiones. Vaya, ya mismo.
QUEDARSE SIN UN DURO
Ahora vamos al tema arruinarse. Contaba un escritor italiano que, antes, la gente cuando perdía una fortuna se pegaba un tiro, y que ahora montan una fiesta. Los tiempos cambian, como dice Dylan. Johnny Depp (¡tan simpático! ¡tan mono en Eduardo Manostijeras y tan gracioso en las películas de Piratas del Caribe!) últimamente parece que ha perdido el norte. Por lo visto, el bueno de Johnny está arruinado porque gasta 1,8 millones de dólares al mes en gastos fijos. Es lo que tiene mantener 14 propiedades y una isla en las Bahamas que, como los palacios del rey de Marruecos, están siempre preparados por si aparece el bueno de Johnny a dar un paseo. Después del feo divorcio con Amber Heard, parece claro que Depp necesita apuntarse a un curso de mindfullness con Gwyneth Paltrow, que de estas cosas sabe mucho.
WINONA, ¿QUÉ TE PASÓ?
Y hablemos de dos mujeres por las que siento predilección porque a mí siempre me han gustado las mujeres inteligentes. Y las mujeres inteligentes, como los hombres, no sé por qué, tienen una cierta t endencia a estar un poco l ocas. Hablemos de Winona y del fumadote que parecía que llevaba en los Premios SAG cuando salió al escenario para agradecer el galardón al Mejor Reparto (por Stranger Things). Winona siempre me ha caído bien y me alegro mucho de que le vuelva a ir bien con la ochentera serie de Netflix. Respecto a sus muecas, sólo vienen a demostrar que Winona, que sigue guapísima, siempre ha sido una payasa, lo cual digo en el mejor sentido, si es que existe el malo. Por cierto, uno de sus compañeros de Stranger Things (el simpático Gaten Mattarazo) ha asegurado que Winona no escuchaba bien lo que decían los demás, y que por eso hacía esos gestos: venga, nos lo creemos...
LOS LÍOS DE SIENNA Y DE PAMELA
La cosa va de mujeres maravillosas y turbulentas. Y también guapas. Incluso sex symbols. Por ejemplo, Sienna Miller, que ahora ha dicho que se arrepiente de haber salido tanto de juerga en el pasado, y que cree que esa afición al desmadre perjudicó su carrera. Sin ir más lejos,