‘Moonlight’ rompió el guion
UN GRAVE ERROR EN LA LECTURA DEL PREMIO A LA MEJOR PELÍCULA ECLIPSÓ UNOS OSCAR EN LOS QUE TRIUNFÓ ‘MOONLIGHT’. Y ‘LA LA LAND’, PESE A GANAR SEIS ESTATUILLAS, NO ARRASÓ. ¿QUIÉN SE QUEJABA DE QUE LAS GALAS ERAN DEMASIADO PREVISIBLES?
Esta vez sí hubo sorpresa. Y mayúscula. Un error llamado a marcar la carrera de todos los involucrados en él. A los equipos de producción de La La Land y M0onlight, protagonistas accidentales del mayor descalabro organizativo en los 89 años de historia de los Oscar, pero, especialmente, a Warren Beatty y Faye Dunaway, entregantes del gran premio de la noche en homenaje al 50 aniversario del estreno de Bonnie y Clyde (A. Penn, 1967); y a los responsables de una gala que, hasta el momento de la lectura del galardón a la Mejor Película, había transcurrido por los cauces de lo previsible. Entonces, en un giro de guión que chistosamente M. Night Shyamalan no dudó en apropiarse en Twitter, Jordan Horowitz, productor de La La Land, tomó el micrófono del escenario del Dolby Thea- tre: Ha habido un error. Moonlight, vosotros sois los ganadores. Subid a recoger el premio. No es una broma. No, no lo era: era una chapuza monumental.
EL ‘ENVELOPEGATE’
Lo que pasó es que abrí el sobre y vi que ponía Emma Stone, La La Land, dijo Beatty al intentar explicar el error. Por eso esa mirada tan larga a Faye. No estaba intentando ser gracioso. En la ceremonia, siempre hay dos juegos de sobres, uno en cada extremo del escenario, que los auditores de PricewaterhouseCoopers, la firma que se encarga del recuento de votaciones de los académicos, entrega a los presentadores de los premios. A Beatty y Dunaway o les dieron el sobre equivocado, y en lugar del de la Mejor Película, leyeron el de reserva de Mejor Actriz, o, como parece, en el sobre había dos tarjetones. Una equivocación que pasa a encabezar el Top de momentos fallidos de los Oscar, ya sean reales, como cuando Frank Capra, en 1934, subió a recoger una estatuilla que creía para él cuando era para Frank Lloyd por la dirección de Cabalgata; o los que forman parte de la leyenda de los premios, como la que explica que un Jack Palance con un par de copas de más regaló a Marisa Tomei el galardón a Mejor Secundaria por Mi primo Vinny (J. Lynn, 1992). Creo que esta noche hemos hecho historia, diría después Emma Stone en la sala de prensa: Me he quedado muda.
HOLLYWOOD, EN LA INOPIA
Con esas palabras, Stone remataba una gala más metalingüística (por lo que pudo ser y en realidad acabó siendo, como el onírico final imposible de La La Land, ➔