DOÑA CLARA
“La falta de democracia en la sociedad brasileña es alarmante”.
Hablamos con Kleber Mendonça Filho, que lleva a Sonia Braga hasta el Olimpo en su retrato de un Brasil azotado por la corrupción y la desmemoria. por Manu Yáñez (Cannes).
LA HISTORIA:
Clara, una ex crítica musical de Recife (Brasil), vive retirada en un edificio particular, el Aquarius. Un promotor compra todos los apartamentos, pero ella se niega a vender el suyo. ¿Cuál fue el origen del proyecto?
Quería retratar el deterioro urbanístico de Recife, mi ciudad. La construcción de edificios se ha convertido en una empresa puramente comercial. No hay ningún respeto por el pasado. Me pareció interesante plantear un conflicto entre una mujer que es feliz viviendo en su viejo piso y unos empresarios que piensan que ella debe marcharse para poder construir algo nuevo.
Doña Clara
ofrece un fascinante estudio de la sensibilidad femenina.
Mi madre era un mujer con un carácter muy fuerte, y está en el corazón del personaje de Clara. He conocido a muchas mujeres fuertes, y quería reflejar su lucha. En el cine, las mujeres suelen aparecer al borde de un ataque de nervios o como personas afectadas por un sentimiento de culpa por su sexualidad. Clara es pura dignidad y orgullo.
¿Le resultó intimidante trabajar con una estrella como Sonia Braga?
Que Sonia aceptase participar en la película fue la primera señal de que el proyecto iba bien. Me llamó a casa para decirme que le había conmovido el guión. Sabía que trabajar con ella podía ser intimidante, así que viajé a Nueva York para conocernos y pasar tres días juntos. Ella utiliza un iWatch y, al final de esos días, me dijo que habíamos caminado 24 kilómetros juntos
KLEBER MENDONÇA FILHO (Director)
Nacido en 1968 en Recife (Brasil), trabajó como periodista en varias publicaciones. Autor de varios documentales y cortos experimentales, en 2012 entró en el largometraje con O Som ao Redor.