3 curiosidades
El título del film hace referencia a una personaje que casi no aparece en pantalla. ¿ Qué buscaban con este dispositivo narrativo?
LUC DARDENNE: El tema de fondo de la película es la toma de conciencia frente al sufrimiento de otro ser humano. La protagonista es una doctora que siente que ha fracasado porque no ayudó a una mujer en un momento de necesidad. La imagen de esa chica desconocida queda fijada en su mente, e inicia una investigación para clarificar los hechos. Busca la redención.
¿ Es su pri mera pelí cula detectivesca?
L.D.: No lo veo así. Jenny nunca deja de ser, esencialmente, una doctora. Utiliza las herramientas de su profesión, el arte de escuchar a la gente, para intentar hallar la verdad. Como médico,
¿Por qué decidieron que Jenny fuese un personaje femenino?
J.P.D.: Al principio pensamos en una mujer más mayor, pero conocimos a Adèle Haenel y nos fascinó su personalidad. El modo en que un actor o actriz da forma a la esencia de un personaje es uno de los motores de nuestro cine. Que Jenny sea mujer marca su investigación: sufre la violencia de varios hombres, pero se resiste a ser la figura vulnerable que la sociedad todavía impone sobre la mujer. Tras su paso por Cannes, los Dardenne decidieron remontar el film y quitarle siete minutos.
Fan acérrima del dúo belga, Adèle Haenel cita La promesa (1996) y El hijo (2002) entre sus films favoritos. En roles secundarios, aparecen Jérémie Renier, Olivier Gourmet y Fabrizio Rongione, actores fetiche de los Dardenne.
¿Hay una demanda de mayor empatía a los inmigrantes?
L.D.: El espectador tiene todo el derecho a hacer su propia lectura. Nuestro interés se concentraba en una situación muy concreta: el peso de la culpa que arrastra a una doctora que no cumplió con su deber. La chica desconocida es una
inmigrante sin papeles, pero nunca observamos actitudes racistas contra ella. J.P.D.: El interés de Jenny por la chica no tiene que ver con su nacionalidad, sino con el hecho de que es un ser humano. L.D.: Tengo un ejemplo muy bueno de cómo un espectador puede transformar una película. En 1996, hicimos La promesa, sobre un trabajador que muere al caer de un andamio y cuyo cuerpo es enterrado clandestinamente por su condición de sin papeles. Jean-Marie Le Pen, el político francés de ultraderecha, la vio y dijo que deberían verla los africanos en sus países de origen para convencerles de no venir a Europa. A nosotros, esa idea nos parece horrible, pero el arte es así. La responsabilidad del espectador es muy importante. In-
Distribuidora: www.wandavision.com