Barry Seal: El traficante
★★★★★
AMERICAN MADE (USA, 2017, 114 min.). Dirección: Doug Liman. Intérpretes: Tom Cruise, Domhnall Gleeson, Sarah Wright, Caleb Landry Jones. Guion: Gary Spinelli. Fotografía: Cesar Charlone. Música: Christophe Beck. ACCIÓN.
Nadie mejor que Tom Cruise para simbolizar el verdadero espíritu de los años 80. Durante esa década, el actor se convirtió en la imagen oficial del éxito, la del chico con dentadura perfecta que encajaba sin problemas en los moldes liberales y patrióticos de la administración Reagan. Sin embargo, ahora en Barry Seal: El traficante, emprende otro de sus sorprendentes cambios paradójicos de registro para, básicamente, reírse y poner en tela de juicio todos esos valores que representó en su momento. Y lo hace a ritmo de desenfrenada sátira política y humana a través de la historia real de un buscavidas, un chaquetero al que no le importa trabajar para la Casa Blanca, la CIA o el Cártel de Medellín con tal de seguir a rajatabla los dictados de la cultura del dinero.
El tándem Cruise & Liman se divierte cargando contra todos, en especial, contra los servicios secretos y el Gobierno, y lo hace emulando al Martin Scorsese más canalla, con ese montaje acelerado tan característico y esos personajes más allá de la ley y la moral que buscan su lugar en el mundo a golpe de intru- sismo sibilino y mucha cara dura. Y aunque el trayecto vital de este descarado sinvergüenza resulte apasionante, no está a la altura de los modelos que pretende emular. Quizás porque a pesar de su visión salvaje de la América de las oportunidades, se esconda una visión un tanto pacata y moralista. He aquí la contradicción en la que termina cayendo Barry Seal: no se puede forzar ser un león, cuando, en realidad, eres un cordero.
ESTRENO: 1 SEPTIEMBRE