Kingsman: El Círculo de Oro. Licencia para rematar.
Según el director Matthew Vaughn, “muchos disfrutan de una buena salchicha, pero pocos saben cómo se hace. La ignorancia es una bendición”. Bienvenidos a ‘Kingsman: El Círculo de Oro’, el último juguete de uno de los realizadores más imprevisibles de Holl
Hasta aquí lo que sabemos de Kingsman: El Círculo de Oro,
la segunda entrega de la ultradivertida y maxiviolenta saga de Matthew Vaughn: la sede del servicio secreto independiente Kingsman ha sido destruida, y un nuevo villano amenaza el mundo. Un buen momento para descubrir una organización aliada en Estados Unidos, igual de secreta, igual de absurda e igual de efectiva llamada Statesman. Sabemos esto y que es una continuación de Kingsman: Ser
vicio Secreto (2015), un megaéxito que se cepilló más de 350 millones de euros por sorpresa en la taquilla mundial. Nosotros fuimos los primeros sorprendidos. Era una producción cara (70M de euros
de presupuesto) de un gran estudio, pero en el rodaje se sentía el riesgo y la sensibilidad individualista de una película independiente, reconoce Colin Firth. Un momento... ¿pero Harry Hart, su personaje, no moría en la primera entrega? Esto es como la CIA, nadie confirma ni niega, pero Firth está vivo y coleando. No ten
go nada que ocultar, miente Vaughn: Los espectadores se merecen vivir la misma sorpresa que ya sintieron con Kingsman:
Servicio Secreto. Aunque sea difícil, quiero que se apunten a este viaje sin decirles dónde vamos o qué pueden esperar de él.
EL REGRESO DE HARRY
Que Hart está es un hecho. Y esa es una de las sorpresas, aparentemente inexplicables, que esta secuela tendrá que explicar. ¿Secuela? Se retuerce Vaughn:
Odio ese término. Me da urticaria. Para Vaughn, que ya tuvo una mala experiencia con Kick-Ass 2 (J. Wadlow, 2013), y nunca dirigió la continuación de X-Men:
Primera Generación (2011), las únicas segundas partes que valen la pena son las
buenas: El Imperio contraataca (I. Kershner, 1980) y El Padrino Parte 2 (Francis F. Coppola, 1974). Y, bueno, también Star Trek 2: La ira de Khan (N. Meyer, 1982) y la segunda de El Señor de los Anillos,
que nunca recuerdo cómo se titula, añade, burlón, sobre Las Dos Torres (P. Jackson, 2002). Vaughn desconfiaba de la
secuelitis de Hollywood y del ansia del público por una segunda parte... Hasta que se despertó un día con LA HISTO
RIA. Una que no piensa contar, claro. A Vaughn no le llevó más de dos borradores, escritos junto a Jane Goldman –su pareja de hecho de guion desde Stardust
(2007), porque su pareja real sigue siendo Claudia Schiffer– para vencer ese
“DE CHAVAL, ESTABA OBSESIONADO CON JAMES COBURN, STEVE McQUEEN Y BURT REYNOLDS. HE REIMAGINADO UN FILM DE BOND, PERO CON YANQUIS DUROS DE LOS DE ANTAÑO”.
Matthew Vaughn, director