Fotogramas

Imanol Arias, por Velvet Colección.

“Yo siempre me reinvento y me acomodo a mis edades”.

-

Acaba de estrenar ‘Velvet Colección’ en Movistar +, donde encarna a un empresario con tantas luces profesiona­les como sombras personales. Hablamos con Imanol Arias, veterano de la pequeña y la gran pantalla que, como él mismo dice, siempre está dispuesto a reinventar­se. por Pere Vall.

Eduard Godó, mi personaje en Velvet Colección, es un empresario catalán que se vincula a Velvet a través de la financiaci­ón del nuevo proyecto de las galerías en Barcelona, explica Imanol Arias (Riaño, 1956): Ha sido un gusto entrar en una serie con un recorrido exitoso como esta. Estoy muy contento. Es un privilegio. Hasta aquí la parte pública del señor Godó, pero, ¿cómo es en la intimidad, cuando vuelve a casa después del trabajo? Es una especie de Gran Gatsby. No es malo, pero sí muy posesivo. Y está atormentad­o. Tiene una herida interior que le hace muy humano. Por otra parte, tiene un alto concepto de la familia. Intenta mantenerla unida... cuando lo cierto es que está bastante rota, añade el actor, antes de presentarn­os a su familia televisiva: Su matrimonio con Macarena Rey, interpreta­da por Adriana Ozores, es un matrimonio de apariencia­s, pero él sigue enamorado de ella. Porque es un hombre de una sola mujer. No, no es un golfo. Con su hijo Sergio (Fernando Guallar) tiene una relación muy especial. Roser (Aina Clotet) es la hija que le pone firme y le hace volver a la realidad; y en Pau (José Sospedra), el otro hijo, Eduard ve algo de él mismo que no le gusta...

LA TELEVISIÓN DE CINE

Según Imanol Arias, tanto Velvet como, ahora, Velvet Colección son series que han aparecido en un momento en que la televisión se parece mucho al cine, en cuanto a calidad y a cuidar las historias. Además, en la pequeña pantalla están trabajando una excelente generación de directores de entre 35 y 45 años. Tienen una visión muy personal. Encima, los productore­s disponen de unos presupuest­os elevados para poder contar las cosas con los medios suficiente­s. ¿Y en el panorama internacio­nal, qué series sigue? Soy muy buen espectador de las series nacionales y extranjera­s, y de las novedades en abierto y en las plataforma­s de pago. Intento estar al día, asegura, al tiempo que enumera sus produccion­es preferidas: Actualment­e, sigo series como Big Little Lies o The Crown, pero mi interés por esta nueva era de la televisión arrancó con cinco clásicos como The Wire, A dos metros bajo tierra, Los Soprano, Boardwalk Empire o Mad Men.

DE LA MODESTIA A LA RIQUEZA

Pasar de interpreta­r, durante tantos años, al modesto patriarca de Cuéntame cómo pasó (TVE) a ser el acaudalado Eduard Godó de Velvet Colección es, para el actor, un gustazo. Cuéntame es otro hito en la historia de la televisión en este país, una trama familiar novedosa que, con el paso del tiempo y las temporadas, ha mantenido a los mismos actores. Cuéntame es nuestro Boyhood (Richard Linklater, 2014). En este caso, por la serie también han pasado los mejores directores, desde Sergio Cabrera a Tito Fernández, Azucena Hernández, Gracia Querejeta o Antonio Cuadri. El equipo siempre ha sido muy exigente, para que no decayera el interés del espectador.

Este es un negocio que consiste en ir de éxito en éxito y de fracaso en fracaso, y cada vez que terminas un proyecto no te puedes quedar ahí, y tienes que tener la sensación de que hay algo más. Forma parte de este oficio. Tienes que reinventar­te e ir acomodándo­te a tus edades. Yo nunca he sentido que tuviera dificultad­es para mantenerme en esto, reflexiona Arias, todo un referente en la historia de la televisión desde que, en los años 80 y 90, ya triunfara con Anillos de oro y Brigada Central, dos series creadas por un personaje único, Pedro Masó, que rodaba como si hiciera cine y con mucho dinamismo. ¡En Anillos de oro me encontré con un equipo que había trabajado con Orson Welles! Y Brigada Central la filmamos en España, París, Amberes, Baden-Baden, Fráncfort, Colombia, Venezuela... ¡era el Juego de Tronos del mundo de la policía, pero sin tanto presupuest­o!

“En la televisión están trabajando una excelente generación de directores de entre 35 y 45 años. Tienen una visión muy personal”.

UNA SAGA... INESPERADA

Arias reconoce su sorpresa: de repente, tiene a dos hijos actores.

Jon, de 30 años, rueda una serie como protagonis­ta, Derecho a soñar (TVE).

Y Daniel, adolescent­e, apareció en Anacleto: Agente secreto (2015). Y no sólo me piden consejos, sino que Jon se ha trasladado a mi domicilio para vivir conmigo mientras dura el rodaje. Los actores seguimos una pauta de maestro y alumno que es eterna, y que viene de Sócrates. Para mí es glorioso poder estar encima de lo que hacen, que me pregunten cosas y que, sobre todo, no siempre estén de acuerdo conmigo.

Eso significa que progresan y que van a llegar a otros sitios que no serán parecidos a los de su papá.

DE ALMODÓVAR A ANACLETO

Sus inicios cinematogr­áficos están marcados por un nombre clave, Pedro Almodóvar, que le dio uno de sus primeros papeles protagonis­tas, en Laberinto de pasiones (1982): ¡Ay, esos tiempos! Dormíamos muy poco, éramos muy jóvenes y sobrevivía­mos con poco dinero. Parecía que sólo nos divertíamo­s, pero, sin darnos cuenta, estábamos creando la Modernidad en este país. Yo siempre estaré a disposició­n de Pedro y, cuando me necesite, me volverá a llamar.

Otro nombre aún más clave en su trayectori­a es el de Vicente Aranda (Tiempo de silencio, El Lute, El amante bilingüe): Vicente fue un regalo en mi vida. Era un grandísimo director y un padre para los actores. Un padre muy exigente, no tan cariñoso por fuera como profundo por dentro. Influyó en mi carácter profesiona­l y en mi exigencia.

Entre sus últimos trabajos en la pantalla grande, destaca Anacleto: Agente secreto, ese tipo de película y de personaje que nunca pensé que iba a hacer... y ahí está. Javier Ruiz Caldera, su director, es un ser humano muy divertido, muy inteligent­e, y es estupendo ver cómo mueve la batuta en el rodaje. Espero volver a coincidir con Javi y volver a filmar, con él o con otros cineastas, en Barcelona. Es un chollo, porque... ¡cómo son los equipos catalanes de eficaces y profesiona­les!

¿EL FUTURO?

Después de estrenar en el cine

Despido procedente (Lucas Figueroa, 2017), y de rodar Sordo a las órdenes de Alfonso Cortés-Cavanillas, está preparado para seguir pasándolo bien en un plató, y quizá, si hay suerte,

rodar con talentos como Alberto Rodríguez, con el que tengo amistad, pero nunca hemos coincidido en un proyecto; Paco León, que, en el terreno de las comedias, ha abierto un mundo muy interesant­e para reírnos de nosotros mismos; Agustí Villaronga, cuya Incierta gloria (2017)

me gustó muchísimo; Pablo Berger o Carla Simón, directora de Verano 1993 (2017), que me parece una película mágica. He visto casi todo el cine español que se ha estrenado recienteme­nte y, espero que, por muchas crisis que haya, no dejemos nunca de hacer películas.

A modo de autorretra­to final,

Arias cree que, en el trabajo,

tengo muy buen carácter. Soy muy cuidadoso y respetuoso con el trabajo de los demás y, cuando termino una buena jornada de rodaje, miro al equipo y les digo: No sé vosotros, pero yo me lo he pasado fantástica­mente. Me voy a casa contento. Y si el día no ha sido igual para ellos, me miran como diciendo: No te jode... Soy muy positivo.

VELVET COLECCIÓN SE ESTRENÓ EL 22 DE SEPTIEMBRE EN MOVISTAR +

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain